Verdad y Vida Ene-Feb 2017 | Page 9

había dado a conocer por medio de su Espíritu: Viviría hasta que sus ojos viesen a la salvación de Israel. e íbamos al cuarto de mis padres a despertarlos y a darles las gracias llenándolos de besos. Cada mañana se levantaba motivado por la esperanza de que se hiciera realidad lo que Dios le había revelado. Había días que permanecía en el templo hasta que se iba apagando la tarde y ya no venía nadie. Entonces, cabizbajo y meditativo, emprendía el camino de regreso a casa pensando que otro día había quedado atrás sin haber visto lo que con tanto anhelo y fe aguardaba. Espiritualmente hablando, todos nosotros sin excepción éramos mucho más pobres que nosotros cuando éramos niños. Por el pecado estábamos destituidos de la gloria d