Revista UNADicción Abril | Page 44

Cuando nos sentimos solas, desesperadas y con cierto grado de desilusión, es común escuchar a otras mujeres aconsejarnos que aumentemos nuestra autoestima, como si se tratara de una fruta que se compra en el mercado y que al comerla automáticamente nos provee de esta cualidad.

La autoestima no se incrementa con recomendaciones, consejos vanos y recriminaciones absurdas, se enseña y se aprende con el ejemplo de vida, pensamientos y acciones. Tampoco se consigue leyendo libros de autoayuda que solo dejan un mensaje momentáneo en nuestra mente, palabras y frases que no comprendemos, pero que repetimos como loros adiestrados.

La autoestima es el conjunto de cualidades y valores humanos que vamos adquiriendo e incrementando poco a poco a lo largo de nuestra vida, alimentadas con la aceptación de lo que somos y el ser humano que deseamos ser.

No es posible tener autoestima si no somos capaces de hacer nada por nosotras mismas, cuando no nos atrevemos a llevar a cabo actividades que nos hagan sentir satisfechas, felices y completas.

Autoestima tampoco es vestir bien y a la moda más actual, ni usar zapatos altos y mucho menos caminar mostrando una seguridad en nosotras mismas que no tenemos.

Autoestima es ser capaces de vernos al espejo y a los ojos sin temor, sin atacarnos por la imperfección de nuestro cuerpo, aceptando lo que somos física y emocionalmente.

El miedo es el obstáculo más grande que nos impide reconocernos a nosotras mismas, limita nuestra voluntad y visión clara de lo que somos. Acepta que eres renegada, llorona, sensible y hasta rencorosa; pero también que eres inteligente, sincera, leal, honesta, responsable y entregada.

AUTOESTIMA

44