La elección bajo incertidumbre se caracteriza a menudo como la maximización de la
utilidad esperada. La utilidad se supone que es una función de la ganancia o la riqueza
de la cartera. La función de utilidad cuyo valor esperado se maximiza es convexa para un
amante del riesgo, cóncava para una persona con aversión al riesgo, y pasa por el medio
o es lineal para una persona neutral al riesgo.
Las organizaciones y los interesados están dispuestos a aceptar diferentes niveles de
riesgo, en función de lo que se denomina su actitud frente al riesgo. Las actitudes frente
al riesgo de la organización y de los interesados pueden verse afectadas por una serie de factores, los cuales se clasifican a grandes rasgos en tres categorías:
• Apetito de riesgo, que es el grado de incertidumbre que una entidad está dispuesta a aceptar, con miras a una recompensa.
• Tolerancia al riesgo, que es el grado, cantidad o volumen de riesgo que podrá resistir una organización o individuo.
• Umbral de riesgo, que se refiere a la medida del nivel de incertidumbre o el nivel de
impacto en el que un interesado pueda tener particular interés. Por debajo de ese umbral
de riesgo, la organización aceptará el riesgo. Por encima de ese umbral de riesgo, la
organización no tolerará el riesgo.
Actitud frente al Riesgo =
f (Apetito, Tolerancia, Umbrales)
Por lo tanto, la actitud frente al riesgo de una persona u organización, está en función de
esos tres factores (apetito, tolerancia y umbral), a partir de lo cual cada persona u
organización selecciona respuestas o toma actitudes diferentes al riesgo. En cierta forma
la actitud hacia el riesgo de una empresa depende también del sector en donde se
desempeñe, de su madurez, del mercado en el que opera y de la actitud hacia el riesgo
de las personas que componen el cuerpo directivo.
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