REVISTA DIRECCIÓN DE PROYECTOS EDICIÓN ESPECIAL: PANAMÁ | Page 37

La escasez de agua dulce es uno de los grandes problemas asociados al cambio climático. La competencia por el uso del agua constituye un factor altamente sensible. La zona Norte de Chile se caracteriza por un clima desértico, escasos recursos de agua y a la vez presencia de grandes yacimientos minerales. La utilización de fuentes de agua dulce natural para nuevos proyectos de explotación mineral ya no resulta aceptable. La solución técnica va por el lado de la instalación de plantas de desalinización de agua de mar en la costa y su correspondiente impulsión. Los yacimientos mineros suelen encontrarse en zonas montañosas alejadas de la costa, por lo cual, el punto de consumo puede encontrarse a decenas de kilómetros de la planta de desalinización. Por ello, la impulsión del agua desalinizada constituye un proyecto en sí mismo.

Los principales constituyentes de una impulsión de este tipo, son una o varias estaciones de bombeo, una cañería enterrada de acero y estanques de acumulación de agua al inicio, al final y en puntos intermedios de la impulsión.

Lo primero a definir es el trazado óptimo. Si bien la menor distancia entre dos puntos es una línea recta, se debe considerar evitar en lo posible pasar por zonas pobladas, cruces de río y otras singularidades que requerirán diseños especiales o una tramitación de permisos compleja. Definido el trazado, lo primero a gestionar es la adquisición de los derechos de paso o servidumbre, gestión que puede tomar un tiempo prolongado. Una vez adquiridos los derechos de paso, el proyecto de ingeniería parte con una topografía y mecánica de suelos detallada. Una estimación equivocada de las condiciones de terreno, puede llevar a subestimar costos y plazos de excavación. El trazado debe ser recorrido en detalle, no solo por profesionales del área ingeniería, si no por otro tipo de especialistas, tales como biólogos, que detecten la presencia de ejemplares de especies endémicas de flora y fauna, y arqueólogos, que puedan identificar hallazgos arqueológicos. La ingeniería debe considerar la optimización del tamaño de la cañería. A mayor diámetro, mayor inversión en acero y excavación, pero a la vez, menor pérdida de carga en el fluido impulsado, luego menor consumo de energía en bombeo. Es decir, la inversión (CAPEX), aumenta con el diámetro de cañería, mientras que el costo de operar la impulsión (OPEX), disminuye. La determinación del diámetro óptimo debe realizarse a través del criterio del valor presente de los flujos de caja a lo largo de la vida esperada del proyecto.

Aspecto clave a considerar es la oportuna difusión del proyecto en las comunidades urbanas y rurales. La no identificación y gestión de estas partes interesadas (stakeholders), puede comprometer la implementación del proyecto. La implicación de mano de obra local, en las fases de construcción y operación, además de generar un impacto social positivo, facilita la aceptación del proyecto.

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