Revista Calderón | Page 53

Síntesis argumental En Donde hay agravios…, la fábula refiere, en principio, a la presencia de dos personajes arquetípicos, don Juan y su criado Sancho, que, en medio de la noche, llegan a la ciudad de Madrid. El propósito inicial es la localización de la casa de un tal Fernando de Rojas, con cuya hija don Juan concertó casarse a pesar de que no han tenido oportunidad de conocerse; los dos personajes que ocupan la escena conjeturan acerca de un delicado encargo: el envío de un retrato del pretendiente, pintado en Flandes; sin embargo, debido a un descuido o confusión del criado, que remitió su propio óleo con cara de diablo, ofende a su amo. Esta circunstancia se ve súbitamente obstaculizada cuando ―para nueva sorpresa y nuevo agravio de don Juan― ven descender un caballero desde el balcón de la presunta prometida. Con esto el galán, gracias a su identidad recién adquirida ―que t é c n i c a m e n t e c o r re s p o n d e a u n a inversión de los papeles habituales― ve propicia la oportunidad de esclarecer, espada en mano, los turbios presagios producidos por la presencia del misterioso caballero. Amo y criado arremeten, entonces, intentando cortar el paso y desvelar la identidad del furtivo galán, cuya negativa a identificarse los lleva, como no podía ser de otro modo, a desnudar los aceros que habrán de recuperar la honra. Pero, ante la maestría del contrincante, que se desvanece entre las sombras, terminan batiéndose entre ellos. Mientras tanto, en el interior de la casa, doña Inés ―la prometida― interroga a Beatriz, su criada, acerca de unos ruidos percibidos en el exterior, pero, debido a su falta de respuestas convincentes y evasivas, opta por despedirla, por lo que