DESTINO A LA PERDICIÓN
Se queman los campos de ilusión
alimentando nuestro odio día a día.
Sigo al tren que persigue la vida,
destino a la perdición.
Quiero sentir el frío que congela
el latir de mi corazón,
y sonreír al ritual del perdón,
mientras me abrazo a la duermevela.
Caen lágrimas que rompen el silencio de mi razón.
Como espinas de cristal que destrozan
la nostalgia de nuestro calor.
Deseo olvidar los destellos que esbozan
una mirada de horrible rencor
Solo quiero la compañía de tus horas.
Jone Escobedo
Laura Perdomo
Javier Iruela
Javier Abadía.