El siguiente grupo de actividades, tenía un
carácter más científico. Nuestros alumnos
explicaron que
hay más “luz” de
la que
captamos con los ojos y que esta es capaz de
suministrarnos información la cual permite la
comprensión de muchos fenómenos naturales.
En el salón de actos, totalmente oscurecido, y
utilizando un visor térmico los visitantes
pudieron visualizar la radiación infrarroja que
emiten tanto sus cuerpos, como diferentes
sistemas de iluminación.
Utilizando una lámpara de “luz negra”, es
decir de luz ultravioleta, los visitantes pudieron
ver la estrecha franja de esa radiación que los
ojos humanos son capaces
de captar, así
como
observar la absorción por la piel de
dicha radiación y como esta, con el empleo de
una crema de protección solar, es reflejada,
evitando así los efectos nocivos de la misma.
estos se pudo constatar que en uno de los
frascos, que contenía dentro un frasco más
pequeño con agua caliente, la temperatura se
mantenía más alta al estar lleno de Dióxido de
Carbono, a diferencia del otro frasco en el que,
entre el frasco de agua caliente estaba rodeado
de aire.
Por último, los
alumnos presentaron un
modelo de agujero negro, en el que se podía
observar como una masa deforma el espacio y
la manera en la que la luz, al seguir la malla
espacial dejaba de propagarse en línea recta
para desaparecer en la curvatura del espacio.
Es de resaltar la motivación e ilusión de los
alumnos al exponer sus trabajos y observar el
interés de los visitantes por los mismos y la
manera en la que con medios sencillos pueden
abordarse y explicarse conceptos abstractos.
Se demostró que el Dióxido de Carbono es
un “abrigo” atmosférico a través de un modelo
sencillo realizado con frascos de cristal. En
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