Military Review Edición Hispano-americana Noviembre-Diciembre 2013 | Page 40

en día deben lucharse de manera muy distinta a las del pasado. Según lo que escribí: “Hay muchos que todavía no se han dado cuenta de que, cuando los ciudadanos de Dresden tienen teléfonos celulares con vídeo y conexión de Internet, las fuerzas militares que los bombardean con bombas incendiarias, probablemente no podrán continuar su campaña de bombardeo estratégico [centrada en la población].59 La clave de nuestro argumento es que la “legitimidad representa el centro psicológico de una paz duradera. A fin de que una democracia moderna proporcione resultados legítimos de la guerra, su conducción del conflicto debe seguir lo que es percibido como una trayectoria moral”.60 Según nuestro punto de vista, toda “paz” que no incluya el aniquilamiento del enemigo ni su base de apoyo popular debe ser reforzado por las fuerzas morales. Una manera que se hacen visibles estas fuerzas morales (específicamente las que implican el juicio del bien y del mal) es a través de órganos, procesos, debates y decisiones políticas. Por lo tanto, si bien la guerra puede ser según Clausewitz “la continuación de la política por otros medios”, la política simplemente es la manifestación visible de las corrientes morales más amplias y profundas. Lo que apuntala esta tradición teórica es el concepto de que la verdadera meta de la guerra es una paz favorable perdurable debido a las fuerzas morales de apoyo. Clausewitz escribió lo siguiente: “En muchos casos, especialmente los que implican acciones de mayor envergadura y decisivas, el análisis se extiende al objetivo final, que es producir la paz”.61 El filósofo John Rawls amplió este concepto, al describir lo que sucede cuando solo se fuerza la paz en lugar de ganársela moralmente. “La manera en que se lucha una guerra y las acciones que ponen fin a la misma, perduran en la memoria histórica de los pueblos y pueden crear las condiciones para futuras guerras”.62 Lamentablemente, la doctrina del Ejército promueve la victoria táctica aniquiladora como la meta final al alegar que la paz es la consecuencia natural de este tipo de victoria. Por ejemplo, en el manual básico del Ejército, se establece lo siguiente: “Si las fuerzas de EUA luchan, la Nación 38 prevé que infligimos una derrota de tal magnitud que el enemigo abandona sus metas y acuerda la paz con base en nuestras condiciones”.63 …el concepto de que la verdadera meta de la guerra es una paz favorable perdurable debido a las fuerzas morales de apoyo. La filosofía de guerra de un ejército moderno debe establecer el objetivo final del conflicto como el logro de una paz favorable adquirida mediante acciones que le proporcionan a esta paz una base moral duradera. Más allá del limitado enfoque del manual de contrainsurgencia sobre el sentimiento en el lugar y la breve mención en el Manual básico de nuestro Ejército sobre la importancia de satisfacer las expectativas del pueblo estadounidense, este concepto, en gran parte, ha sido una idea tardía en las Fuerzas Armadas de EUA. La excepción posible es el Cuerpo de Infantería de Marina de EUA, el cual ha reconocido la primacía del dominio “humano” en el conflicto armado en la doctrina desde, como mínimo, 1995.64 La doctrina conjunta recientemente ha tomado pequeños pasos en la dirección apropiada. En la Publicación Conjunta 5-0, Joint Operation Planning, se describe los partidos opuestos como participantes en un “choque de voluntades morales y/o fuerzas físicas”. En la misma, también se proporciona la rúbrica PMESII (política, militar, económica, social, información e infraestructura) para ayudar a los planificadores a considerar sistemáticamente los dominios físicos y humanos de un conflicto.65 Sin embargo, la doctrina plantea más preguntas que respuestas. En un choque de voluntades, ¿importan los factores físicos tanto como los factores morales? ¿Hay una relación entre las «voluntades morales» y las percepciones de las comunidades sobre el bien y el mal? De haberla, ¿cuán profunda es esta relación? ¿Pertenecen los conceptos de la «guerra justa» y «acciones justas» a la estructura de PMESII? De ser así, ¿cuán importante es que nuestra nación y sus Noviembre-Diciembre 2013 • Military Review