Military Review Edición Hispano-americana Noviembre-Diciembre 2013 | Page 22

adecuada, los sistemas RISTA pueden proporcionar a las fuerzas del Ejército datos operacionales en tiempo real, selección y adquisición de blancos de corta duración y una detallada representación de la amenaza y el ambiente operacional. Sin embargo, este sistema se basa en capas de sensores para recolectar información. Al abrumar y sobrecargar los sensores del sistema RISTA con información falsa, una amenaza híbrida puede negar la ventaja tecnológica del Ejército de EUA.40 Desde un punto de vista estratégico, esta condición representa una decepción militar tipo-A, donde una amenaza híbrida incrementa la ambigüedad con respecto a sus operaciones al sobrecargar los sistemas RISTA estadounidenses con información falsa e irrelevante.41 Los analistas de inteligencia podrían sacar conclusiones equivocadas de los datos contradictorios y transmitir información errónea a los líderes del Ejército. Como resultado, las decisiones se tomarán con base en información e inteligencia errónea. La comprensión y entrenamiento les inculca a los líderes la pericia militar para ejercer el mando tipo misión y juicios discrecionales requeridos sin una supervisión estrecha.42 Una comprensión deficiente de una amenaza híbrida y del ambiente operacional complicará el ciclo de la toma de decisiones de un líder del Ejército. Clausewitz describió un estado de furor psicológico (imprevisibilidad e incertidumbre) que nublaba el juicio de un comandante militar.43 Un sistema RISTA sobrecargado por una amenaza híbrida se alineará con la teoría de Clausewitz y creará un furor psicológico en los líderes del Ejército que bloqueará la pericia militar. En la segunda guerra en Líbano en 2006, Israel tuvo dificultades para recolectar datos de inteligencia que permitieran una comprensión completa del conflicto y las características de la amenaza.44 Esta brecha de inteligencia agravó las dificultades de Israel para desarrollar una estrategia integral a fin de derrotar a Hezbolá en un conflicto híbrido. Una parte vital para comprender una amenaza híbrida es entender la falta de control moral o ético demostrado en la ejecución de las operaciones del adversario. El estado de derecho y los Convenios 20 de Ginebra no limitarán las operaciones de una amenaza híbrida. Este adversario no reconoce ni cumple con los conceptos tanto legales como militares. En la guerra híbrida, “el enemigo no se adhiere a las reglas y no solo lucha en el teatro de operaciones, sino también en las salas de los hogares estadounidenses”.45 Las amenazas híbridas emplearán la guerra de información para sacar una marcada ventaja en los momentos críticos de un conflicto para tornar a su favor el apoyo, tanto del lugar como internacional. El Ejército de EUA se dedica al servicio honorable de la Nación. Usa el poder terrestre de una manera que cumpla con las leyes de EUA y los valores estadounidenses.46 La guerra híbrida implica participar en una lucha injusta. La amenaza híbrida luchará una “guerra sucia” en un esfuerzo de llevar a las fuerzas del Ejército de EUA a situaciones comprometedoras. En la segunda guerra en Líbano de 2006, Hezbolá usó escudos operacionales para proteger componentes clave de su fuerza de los ataques e interdicción de las IDF.47 En muchas ocasiones, Hezbolá usó operarios con atuendos libaneses tradicionales que llevaban banderas blancas para redistribuir a los ATGM en distintas posiciones de combate.48 En las operaciones de reabastecimiento más grandes, Hezbolá usó “ambulancias y otros vehículos de rescate para encubrir sus movimientos.”49 En una ocasión