Military Review Edición Hispano-americana Marzo-Abril 2014 | Page 64

encabezó un equipo de investigadores durante y después de la Segunda Guerra Mundial y buscó retroalimentación de los soldados del Ejército de EUA sobre sus experiencias en la guerra y en el servicio. Entre sus hallazgos se encuentra la percepción, quizás no sorprendente, entre los soldados alistados de que “los oficiales que anteriormente habían sido reclutas, tenían más probabilidades de compartir la visión de los soldados alistados que los oficiales que jamás se habían alistado.”23 Si bien esto puede parecer básico, los resultados de una investigación complementaria puede que no: “Los oficiales consideraron que las ‘capacidades ejecutivas’ (de cumplir órdenes con rapidez y pensar por sí solo) eran mucho más importantes que las habilidades de ‘las relaciones personales’ (asistir a los soldados, explicarles las cosas claramente y ganarse la simpatía de los mismos). Los soldados rasos sintieron exactamente lo contrario.”24 Lo que esto demuestra, según una investigación de Stouffer, es que, si bien, por lo regular, los soldados alistados mantienen diferentes valores sobre el trabajo cotidiano del Ejército que sus oficiales, los oficiales sin experiencia previa como alistados, eran más probable que no pudieran comprender esta diferencia —en otras palabras, eran menos capaces de identificarse con sus tropas. La experiencia del soldado alistado en el cuerpo de oficiales del Ejército de EUA siempre ha tenido algún precedente, junto con el lazo que ha creado este antecedente compartido —en mito o realidad— entre el oficial y el soldado. En la Guardia Nacional del Ejército entre las guerras mundiales del siglo XX, algunas unidades prefirieron a los oficiales que hubieran crecido… en [sus] propias filas [y quienes] por lo regular, sirvieron como soldados alistados aprendices antes de convertirse en oficial.” El beneficio de esto, consideraron los oficiales de la Guardia Nacional al principio del siglo XX, era el “sentido de responsabilidad permanente que [estos oficiales tenían] con sus hombres.”25 Se cree que la práctica de cuidar de los soldados mejora la moral de la unidad y aumenta la eficacia en el combate. Se trata de garantizar que se satisfagan las necesidades humanas básicas y 62 que los soldados sean liderados con competencia e interés. Un equipo de investigación de Ciencias del comportamiento en la Academia militar de Estados Unidos señaló lo siguiente: “Los líderes que cuidaron de sus soldados, quienes satisficieron sus necesidades tácticas a través de sus propias competencias y destrezas... y que disiparon las ansiedades de sus soldados de que respetarían sus vidas evitando bajas innecesarias —estos oficiales lideraron a las unidades que fueron las más eficaces en combate”.26 La confianza de los superiores. En quinto lugar, los oficiales de menor antigüedad experimentados están menos propensos a ser sometidos a la micro administración de sus superiores, lo cual reduce la tensión en la organización, aumenta la satisfacción en el trabajo de los jóvenes oficiales y, posiblemente, su compromiso organizacional y retención en el Ejército. Esta es una declaración general, pero nuevamente, el aprendizaje actual lo comprueba. El informe histórico de entrenamiento del Ejército y el informe del panel de Desarrollo de Líder intentaron identificar problemas en la cultura y clima del Ejército que estaban contribuyendo a la insatisfacción del cuerpo de oficiales y disminuyendo las tasas de retención durante la década que le siguió a la guerra del Golfo Pérsico. Según el informe de 2002, los oficiales de menor antigüedad no “estaban adquiriendo las experiencias de desarrollo de líder adecuadas… [lo cual] llevó a una percepción de micro administración omnipresente. No consideraban que estuvieran recibiendo suficiente oportunidad de aprender de los resultados de sus propias decisiones y acciones”.27 El Ejército decidió hacer el nexo causal entre estas quejas y la pobre tasa de retención del oficial e instituyó varios cambios en los años que siguieron en un intento por revertir la tendencia. Evidentemente, la micro administración y sus efectos negativos no es nada nuevo. El Ejército de EUA en la era de Vietnam ofrece un interesante precedente de los peligros del liderazgo inexperto “corregido” por la micro administración de la organización. En este ejemplo, los suboficiales desarrollados mediante el entrenamiento post básico, el Curso de suboficial “sacudir y hornear” Marzo-Abril 2014 • Military Review