Military Review Edición Hispano-americana Marzo-Abril 2014 | Page 58
activo se habían graduado del curso de carrera y
estaban, por lo menos, en su segunda asignación
del Ejército.
El comandante de esta brigada pasó a explicar
que el efecto inesperado de esta creciente población de comandantes de compañía más jóvenes,
era la presión adicional en la organización debido
a su inexperiencia. Si bien todos tenían abundante
experiencia en combate por los recientes despliegues a Irak o Afganistán, ninguno contaba con
la suficiente destreza para, por ejemplo, servir
de tutores de sus nuevos tenientes y suboficiales,
como lo habían sido sus predecesores diez años
antes. Esto, dijo el comandante de brigada, obligó a
sus oficiales de mayor antigüedad a asumir un rol
mayor que antes en esta área, lo cual creó nuevos
factores estresantes, tales como más trabajo para
los oficiales de mayor antigüedad y la percepción
de una micro administración.
Si bien esta ilustración se refiere a los comandantes de compañía y no a los oficiales de menor
antigüedad quienes son el tema de este artículo,
la misma trata del factor de la experiencia en el
desarrollo de líder. Los oficiales requieren practicar
para convertirse en expertos en la mayoría de las
tareas de líder y cada nuevo nivel de responsabilidad requiere diferentes destrezas en el nivel
de entrada que son temas en este ensayo, habla
sobre el factor de la experiencia en el desarrollo
del líder. Los oficiales requieren práctica que se
adquiere con el tiempo para que sean hábiles en la
mayoría de las tareas de líder y cada nuevo nivel
de responsabilidad requiere diferentes destrezas.
Sin la ventaja del tiempo y práctica, los oficiales
subalternos pueden convertirse más bien en una
carga para sus superiores mientras desarrollan
sus destrezas de líder.
De los tres pilares del desarrollo de líder del
Ejército, la experiencia, definida en la actual
ALDS como “la progresión continua de eventos
personales y profesionales”, puede ser la más difícil
de cuantificar.6 A diferencia de la capacitación
o entrenamiento, los cuales pueden medirse en
términos de finalizar un curso o campo de estudio,
por lo regular, la experiencia se evalúa en términos
de participación en eventos específicos, o tiempo
56
de servicio en la siguiente posición más baja antes
del ascenso. Sin embargo, las personas aprenden
a diferentes ritmos y algunos ambientes ofrecen
mayores oportunidades de aprendizaje que otros.
En todo caso, la experiencia de trabajo relevante,
por lo regular, se considera esencial para los
puestos de administración o de liderazgo en la
mayoría de las organizaciones civiles. El Ejército
no es diferente en este sentido, con la excepción
de la conocida selección del oficial de menor
antigüedad: con base en la capacitación adquirida
y entrenamiento recibid