Military Review Edición Hispano-americana Enero-Febrero 2014 | Page 4

Salir del cementerio: La retirada de la Unión Soviética de Afganistán Teniente Coronel David G. Fivecoat, Ejército de EUA Derechos reservados por el autor Este artículo fue originalmente publicado en inglés en la revista Parameters, número de verano de 2012 L A SABIDURÍA CONVENCIONAL estipula que la Unión de las Repúblicas Socialistas soviéticas (URSS) fue derrotada en Afganistán y obligada a retirarse en ignominia. Sin embargo, un análisis más detallado de la historia, revela que la Unión Soviética desde 1985 hasta 1992 hábilmente orquestó sus iniciativas diplomáticas, militares y económicas para salir de la República Democrática de Afganistán (DRA, por sus siglas en inglés) bajo sus términos y el amparo de un acuerdo internacional. Esto dejó atrás un régimen semi estable, una institución militar mejorada, una terrible situación económica y un compromiso con una relación a largo plazo. Durante todo el proceso de retirada, la Unión Soviética dependió del liderazgo de Mikhail Gorbachov y Mohammad Najibullah para armonizar los instrumentos del poder; desarrolló una estrategia militar centrada en controlar las ciudades, asegurar las carreteras principales y rápidamente entrenar y equipar a las fuerzas afganas; y utilizó un plan de transición que combinó las fechas y forma escalonada de la “afganización” de la guerra. En 1991, cuatro meses después de que la ayuda soviética se suspendiera, el gobierno afgano se derrumbó bajo la presión de los muyahidines. El teniente coronel David G. Fivecoat comandó un batallón de infantería en Afganistán, desde 2010-hasta 2011. Cuenta a su haber con una Licenciatura en Historia militar de la Academia militar, una Maestría en Artes 2 En este artículo se ofrece una breve historia de las iniciativas de la Unión Soviética entre 1985 y 1989 para poner fin a la guerra y salir de Afganistán. Se analiza y evalúa cuatro aspectos clave de la salida: el liderazgo, la estrategia militar, el plan de transición y la economía. Más importante aún, en este artículo se explota la experiencia de la Unión Soviética para obtener las lecciones críticas que pueden ponerse en práctica en la situación actual en Afganistán, tales como el liderazgo vigoroso, una línea de tiempo clara y un compromiso de diez años de ayuda. La guerra de 1979 a 1984 Afganistán era importante para la Unión Soviética por su frontera compartida, una relación especial desde 1921 y la amenaza planteada por la tendencia de Afganistán hacia el caos a finales de 1970. Cuando el país se tambaleaba, el 40º Ejército de la URSS invadió el 25 de diciembre de 1979, “con la misión de prestar ayuda internacional al amigable pueblo afgano”.1 Se apoder ́