Military Review Edición Hispano-americana Enero-Febrero 2014 | Page 14
La economía de Afganistán
En el pasado siglo, los gobiernos afganos
han dependido de los altos niveles de ayuda o
subvenciones para la estabilidad financiera.73 En
la época soviética, el costo de una gran fuerza
de seguridad, pagos substanciales a las milicias
e ingresos limitados de la venta de gas natural y
derechos de aduana crearon un país insostenible
sin la ayuda externa. En 1988, 25 por ciento del
presupuesto del gobierno fue proporcionado por
la ayuda externa, mientras que 43 por ciento fue
financiado a través de la impresión de dinero, lo
que resultó en una hiperinflación.74 En última
instancia, el factor más influyente en el colapso de
Afganistán fue la falta de ayuda exterior. Estados
Unidos y sus aliados necesitan prestar atención
a esta lección y comprometerse a proporcionar
ayuda a Afganistán durante décadas para garantizar la estabilidad futura.
Las finanzas de 2012 del gobierno de Karzai se
asemejan a las del gobierno de Najibullah en 1989.
De marzo de 2010 a marzo de 2011 el gobierno
afgano tuvo un ingreso de US$ 1,9 billones.75 Sin
embargo, los gastos fueron US$ 17,6 billones, que
principalmente fueron cubiertos por las donaciones de US$ 15,7 billones por parte de Estados
Unidos y otros países.76 A pesar de las posibles
futuras fuentes de ingresos, tales como gravar
las minas de cobre de Aynak, Afganistán seguirá
siendo un Estado deudor en el futuro previsible.77
A fin de complementar la fecha de 2014 para la
afganización de la guerra y de 2017 para una
retirada completa, Estados Unidos y sus aliados
necesitan estar preparados para proveer US$
12 billones anuales hasta 2017 y US$ 7 billones
anuales hasta 2022 para impedir que Afganistán
vuelva a las filas de los estados fallidos.78 Estas
cifras obligará al gobierno de Karzai a tomar
decisiones difíciles mientras mantiene el tamaño
de sus fuerzas de seguridad. Lo más importante
es que evitará una rápida caída de la ayuda que
podría causar la crisis económica y mayor inestabilidad. Las cumbres del G-8 y la OTAN este
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verano presentan una gran oportunidad para
coordinar a los donantes a fin de apoyar la post
Fuerza de Asistencia en Materia de Seguridad
Internacional-Afganistán (ISAF). Según comentó
Gorbachov: “es mejor pagar con dinero que con
la vida de nuestra gente”.79
Conclusión
Afganistán ha enseñado duras lecciones sobre
los límites del poder a una serie de naciones poderosas. Sin embargo, la salida de la Unión Soviética
de Afganistán no era una de estas lecciones. Según
lo declarado por el autor Lester Grau, la Unión
Soviética salió de Afganistán de una manera “coordinada, deliberada y profesional.... La retirada
se basó en un plan diplomático, económico y
militar coordinado, lo que permitió que las fuerzas
soviéticas se retiraran en buen orden y que sobreviviera el gobierno”.80 Esta orquestación adepta
de todos los elementos del poder nacional no se
produjo hasta 1987-1989 cuando convergieron el
liderazgo decidido, una eficaz estrategia militar, la
aceptación de interferencia externa tras la retirada
y una fecha definitiva. Al final, la experiencia
de la Unión Soviética sugiere que un gobierno
Y