Asociación Cultural Atlántida
SAMIZDAT
Crónica
de una vida nueva
Dirección: Ana de Haro · Subdirección: Irene Lanzas · Secretaría: Beatriz Serrano ·
Revisión Editorial: Elena Santa María · Financiación: Juan Borrero · Maquetación: Ignacio Cabello
En el interior... “La aventura de descubrir al otro, también en política”, Manifiesto de Comunión y Liberación ante las Elecciones 26-J
Quién no ama la vida y desea
vivir días felices?
?
Esta semana en que miles de jóvenes están haciendo la PAU es un momento privilegiado para pensar
de nuevo la universidad. Ante los que llegan nos preguntamos: “¿Por qué somos nosotros universitarios?”,
“¿Qué ofrece la universidad?”.
Dejar el Bachillerato es un cambio importante y
provoca vértigo. Hay que elegir carrera universitaria u optar por un módulo, y todos tenemos miedo a
equivocarnos, a elegir mal. Esta dificultad a la hora de
decidir esconde el deseo que tenemos de que nuestra
vida se cumpla totalmente y alcance la mayor belleza
posible. Lo bonito de la universidad es que es un tiempo para descubrir la vocación de cada uno, es decir,
descubrir no sólo qué carrera estudiar, sino quiénes somos, cómo queremos servir a la sociedad o
en qué lugar podemos entregar la vida con gusto.
Con lo primero que uno se encuentra al llegar a
la universidad es con los profesores y las clases. Y
parece que hay que salir corriendo tanto de unos
como de las otras. A menudo vemos la universidad,
las clases, el estudio y los exámenes como un
peaje que estamos obligados a pagar si queremos
tener un futuro asegurado. Preocupados por ese
futuro, posponemos la posibilidad de disfrutar
al ansiado viernes, las merecidas vacaciones o
a terminar la carrera y empezar a trabajar, y con
ello nos perdemos el presente, que no siempre es
fácil o apetecible. Sin embargo, es en el presente,
delante del estudio, los profesores y los exámenes
donde podemos empezar a entender hacia
dónde queremos ir. Son el punto de partida
para descubrir si nuestro deseo inicial halla una