Madresfera Magazine 07 - Noviembre 2016 | Page 72

año no había ido a la guardería. Entra a las 9.00 y sale a las 12.30, así que tengo alguna hora extra de más e intento concentrar al máximo el entrenamiento por las mañanas. “Tuve tiempo para darle pecho a mi hija durante un año y medio. Y lo disfruté mucho. Y creo que ella también lo hizo” Amamantaste hasta el año y medio y te la has llevado a todas partes, a todas las competiciones. ¿Cómo te has organizado para llegar a todo? Gracias a su cuidadora. Y siendo estricta en los horarios, pero al mismo tiempo flexible. Si mi hija se pone enferma, yo me quedo en casa con ella y reorganizo el plan de la semana. Tengo la suerte de tener un horario flexible y creo que muchos horarios laborales son muy rígidos y que se podrían flexibilizar. Creo que si lo permitiesen rendiríamos más en el trabajo. Yo cuando me ha pasado algo así y he podido ser flexible, cuando voy a entrenar estoy totalmente enfocada en lo que hago. Igual solo voy una hora y media o dos, pero te aseguro que saco más provecho que si tuviese que ir obligada y preocupada por mi hija. Eso sí, soy flexible pero siempre acabando las cosas, teniendo muy claro cuáles son mis prioridades y objetivos en todo momento. Tu marido Xabi es también tu entrenador. ¿Te ha ayudado esa circunstancia en tu camino desde la maternidad hasta el oro de Río? Él es pieza clave en este camino. Eso sí, él ha sido mi entrenador, pero también el de todo el equipo, así que han sido cuatro años en los que ha estado muy atareado, tanto por el trabajo de casa como por la carga que tenía fuera. Le hemos tenido al “Creo que si permitiesen flexibilizar más los horarios laborales rendiríamos más en el trabajo” 72 • mama • NOVIEMBRE 2016 pobre ahogado (risas). Él siempre ha hecho lo posible para que yo disfrutara de la maternidad y se me hiciera sencillo compaginar ambas cosas. Me lo ha ido poniendo todo en bandeja. Tres años después y a la vista del oro en Río, está claro que ganaste tu apuesta por la maternidad. ¿Qué es lo más bonito que te ha dado hasta ahora la experiencia? Lo más bonito son sus sonrisas cuando se despierta. Verla contenta, disfrutar de la vida, porque claro, lleva una vida de viajes bastante potente, pero veo que disfruta. El año pasado fuimos cuatro veces a Río (entre los juegos y la preparación), a Eslovaquia en los campeonatos de Europa, a Pau, al campeonato del Mundo, a las concentraciones… Es excesivo, pero yo veo que disfruta y eso es gratificante. Y para mí también ha sido bonito el hecho de sentirme realizada, de haber conseguido lo que me había propuesto. Ella fue la otra gran protagonista del oro: ¿Cómo lleva lo de tener como madre a toda una campeona olímpica rodeada de flashes? Eso lo lleva peor, porque ella me quiere para ella, no para los demás (risas). Creo que eso es lo que peor lleva. Quizás, después de tu éxito, para Tokyo 2020 los niños ya tengan permitido el acceso a la Villa Olímpica para estar con sus madres y padres, una prohibición absurda que tú misma denunciaste… Nosotros tuvimos muchos problemas cada vez que íbamos a Brasil. A Ane nunca le dejaron entrar en el canal ol ímpico, ni para los entrenamientos, y eso fue durillo, porque los trayectos en Río son muy largos, así que al final conseguí que me dejaran juntar los entrenamientos de la mañana y la tarde, de forma que hacía dos sesiones seguidas, sin recuperación. Físicamente fue duro, pero me hizo más fuerte. Flexibilidad, esa ha sido la clave, buscar fórmulas para estar con mi hija.