Madresfera Magazine 07 - Noviembre 2016 | Page 46

N PORTA E DA ORME I NF DEVOLVER EL PROTAGONISMO A LA MUJER “Una vez nació mi hija, me sentí increíblemente fuerte y capacitada para atenderle”, rememora Chus Montes, quien asegura que “volvería a vivir una y mil veces” la experiencia. Dice que su parto fue un parto “físico” que transcurrió de una forma “potente, imparable, saludable y profundamente normal”. Algo que considera importante destacar porque dentro de esa “normalidad” se encuentra un proceso que ella vivió, corporalmente, de una forma muy simple: “contracciones que fueron de menos a más, picos de dolor de gran intensidad que hoy no recuerdo, cambio de posturas a discreción, expulsivo cortísimo, y una recuperación posterior impresionante”. De la necesidad de volver a recuperar el protagonismo de la mujer y el bebé durante el proceso de parto y nacimiento habla Charo Quintana, que afirma que ello pasa de forma irremediable por “respetar la fisiología del parto y respetar la forma en que cada mujer quiere vivir la experiencia de parir y de recibir a su criatura”. Para la ginecóloga, en la actualidad el parto es visto como “un proceso que debe ser totalmente controlado y dirigido por profesionales sanitarios”, algo que deja a las mujeres relegadas a un mero papel de “receptoras de intervenciones y prácticas médicas sobre las que consideran que poco tienen que decir por dos razones fundamentales: carecen de conocimientos técnicos y como no está en juego solo su salud sino la de 46 • mama su hijo o hija, su autonomía queda comprometida frente a unos profesionales que creen que deben erigirse en los representantes de los intereses del feto”. De la misma opinión es la matrona Inma Marcos, que añade que en lugar de ver el proceso de parto como “un acto quirúrgico y un suceso peligroso y terrible que necesita presencia “Existe el prejuicio de que tanto las comadronas que se dedican al parto en casa como las mujeres que asisten son hippies alternativas” • NOVIEMBRE 2016 médica para llegar a buen fin” se debería considerar que “todas las mujeres nacen diseñadas para parir y también los bebés saben nacer. Es decir, que por defecto las mujeres embarazadas están sanas y los partos van bien”. Recuperar ese protagonismo no es fácil. Esa citada necesidad de dirigir el proceso de parto para llegar a buen puerto ha cobrado fuerza en las últimas décadas, especialmente desde que el parto saltó del hogar al hospital. La supervisora de enfermería y matrona del Servicio de Partos en el Hospital Universitario de la Plana, Soledad Carreguí, explica a Madresfera Magazine que cuando se produce esa migración de lo doméstico a lo hospitalario es cuando “el protagonismo pasa a ser de los profesionales, que son quienes manejan el parto y quienes restan autonomía a la decisión de la mujer”, llegando hasta el punto de que “el niño pasó a ser del hospital y no de la mamá. Incluso la lactancia materna se manejaba como si fuese una medicación, con tomas cada tres horas”. Con tanta intromisión, ¿han perdido las mujeres confianza en su capacidad para dar a luz? “La han perdido y los profesionales hemos contribuido a ello porque el mensaje ha sido “ven, te lo hago todo y tú no te tienes que preocupar de nada”. Si concebimos el parto normal desde la fisiología, sin embargo, este es cosa de dos: de la mamá y del bebé. Y de la simbiosis entre ambos. Incluso, si me apuras mucho, del factor padre o pareja, como apoyo imprescindible.