Madresfera Magazine 07 - Noviembre 2016 | Page 44

existe en el hospital. Y no siempre sale todo bien, aunque sí la mayoría de las veces”, reconoce Marcos. objetivo es un parto y un nacimiento seguros y respetados, no un parto en casa”. Esta realidad la puede corroborar desde su propia experiencia la matrona Anabel Carabantes, matrona de Ancara Perinatal. De los 700 partos que ha atendido hasta la fecha en domicilio (1986-2016) apenas un 14% (“principalmente en primíparas, por no avanzar o por no descender el bebé”) han requerido de un traslado al hospital y en únicamente tres casos se ha visto en la tesitura de tener que recurrir a una UVI móvil “por hemorragias” que se resolvieron en el hospital. “Lo que no debe ser un objetivo es parir en casa a toda costa”, añade Quintana, que argumenta que “nadie debe sentir como un fracaso” el que por falta de progreso del parto o por cualquier complicación haya que realizar un traslado al hospital: “El ROMPIENDO MITOS Todos estos datos entrarían en conflicto con una idea generalizada desde hace décadas, la que asegura que las tasas de morbimortalidad asociadas al parto se redujeron tras la implantación de la atención hospitalaria al nacimiento: “En España la disminución de la mortalidad perinatal s egún algunos estudios se produjo antes de la hospitalización de los partos y parte del mérito se atribuyó a la educación sanitaria realizada por la Sección Femenina”, asegura Charo Quintana. Inma Marcos, por su parte, explica que la disminución vino dada por las muchas mejoras experimentadas en la calidad de vida de las mujeres, es- pecialmente a nivel de higiene: “Al haber agua potable y agua caliente en las casas aumentó la higiene y disminuyeron las infecciones puerperales. La mejoría en la nutrición de la población también mejoró las condiciones físicas de las mujeres embarazadas y disminuyó la tasa de anemias. Y la aparición de los antibióticos disminuyó la mortalidad en toda la población. También la creación de programas de seguimiento del embarazo. Antes las mujeres veían por primera vez al médico o la comadrona el día que se ponían de parto, no había control en el embarazo”, afirma. A pesar de la evidencia, aún muchos sanitarios se muestran críticos con el parto en casa. “Hasta ahora a todos los ginecólogos a los que he escuchado despotricar del parto en casa comparan el parto en casa aquí (que se atiende por comadronas bien formadas, que llevan un equipo Las guardianas del proceso de parto Los partos en casa en España deben ser atendidos por comadronas tituladas experimentadas que lleven un equipo sanitario adecuado que les permita actuar si surgen determinadas emergencias durante el proceso. Además, de estas profesionales se espera que respeten los deseos de la familia y que aboguen siempre por la aplicación de las últimas evidencias científicas sobre el proceso de parto y sus cuidados. Las matronas Inma Marcos, en Barcelona con ‘Néixer a casa’, y Anabel Carabantes, en Madrid con ‘Ancara perinatal’, llevan años atendiendo partos en casa. La primera desde el año 2000, la segunda desde 1986, y podríamos decir que son ya una referencia en la atención de este tipo de partos en nuestro país. A sus espaldas, centenares de experiencias que avalan su trabajo. Cuando les preguntamos cuál es el papel de la matrona en un parto, Inma destaca como fundamental estar 44 • mama • NOVIEMBRE 2016 al lado de la mujer y acompañar el proceso así como dar apoyo. “Las matronas hacemos lo más importante que tiene que hacer un profesional que acompaña un parto: acompañar, estar al lado de la mujer, ofrecer apoyo emocional, físico y dar seguridad y confianza, y vigilar que no aparezcan signos de peligro ni para la madre ni para el hijo. O sea sentarse cerca y esperar. La obstetricia viene de la palabra latina Obstare que significa “Estar en la espera”. Los médicos no están formados para sentarse a esperar. Es decir están especializados en patología, no en normalidad. Las comadronas somos especialistas en normalidad reproductiva y partos normales”. Según Anabel, una matrona en una casa debe realizar la misma atención que en un hospital, “observar, escuchar, acompañar, ayudar y asistir el nacimiento”. Para ella, cambia el espacio pero no la función.