[ EL POST DEL MES ]
pintando, agarró un lápiz, se unió a
él y comenzó a dibujar también. Nosotros, mientras tanto, tan sólo les
observábamos. Dos horas después,
no sólo seguían pintando los dos,
sino que el cohete cada vez tenía
mejor pinta. ¡Dos horas pintando! No
me lo podía creer, habían estado los
dos, codo con codo, pintando toda
la mañana.
Si yo estaba sorprendida, mi chico
directamente alucinaba; tener a los
dos peques entretenidos solitos durante tanto tiempo era algo que no
habíamos visto nunca hasta entonces. Mi apuesta empezaba a dar sus
primeros frutos. Pero es que no fue
sólo el cohete. También se hizo una
espada espacial, un escudo y hasta
un casco. Y a los marcianos contra
los que iba a luchar. Y luego empezó
a recortar. Ahí me pidió ayuda, pues
el cartón era gordo y le costaba
mucho trabajo recortar. Así que nos
fuimos turnando para que no se
cansara. Y este fue el resultado…
Como ya os podéis imaginar, el artista acabó muy orgulloso de su trabajo, y con muchas ganas de repetir:
desde ese día no para de inventarse
cosas, está deseando que le demos
un trozo de cartón para hacer algo.
que muchas veces consigue que
se queden quietos y callados, y a
veces necesitamos que estén así,
pero… ¿a costa de qué? ¿Recuerdas como jugábamos cuando
éramos pequeños?
Publicado el 25 febrero
por Vanesa Piñeiro
de Una madre como tú
FICHA BLOGGER
Blog: Una madre como tú
Blogger: Vanesa Piñeiro
Edad: 40
Hijos y edades: Niño y niña 6 y
2 años
Blogger desde: 2006
Temas de blog: Maternidad,
crianza, seguridad infantil,
recetas…
Visitas/mes: 72.000
Páginas vistas/mes: 107.500
Twitter: @unamadrecomotu
Frase favorita: “Nadie es tan
pobre que no pueda regalar
una sonrisa, ni tan rico que no
la necesite”.
Con esta entrada no quiero decir
que tengáis que prohibir a vuestros hijos ver la tele. El mío la
sigue viendo, aunque, ahora sí, de
un modo limitado. Os cuento esta
historia porque a veces los padres
creemos que la tele nos salva
la vida y entretiene a nuestros
hijos, y en realidad lo que hace es
comerse su tiempo y su capacidad para imaginar. A muchos (el
mío es uno de ellos) les pone de
mal humor y nerviosos. Es verdad
NOVIEMBRE 2016 •
mama
• 23