Madresfera Magazine 07 - Noviembre 2016 | Page 138

[ SOLIDARIDAD ] “Para alrededor de 1 millón de niños en 2015, su primer día de vida fue también el último” físicas o cognitivas, lo que limitará sus posibilidades de aprender y de ganarse la vida. El niño al que se priva de una educación de calidad puede que no adquiera nunca las habilidades que precisa para tener éxito en el mundo laboral en el futuro o para poder enviar a sus propios hijos a la escuela. Y el niño al que se priva de protección –frente al conflicto, la violencia o el maltrato, frente a la explotación y la discriminación, frente al trabajo infantil, o el matrimonio prematuro y la maternidad precoz– puede que cargue de por vida con secuelas físicas y emocionales que tendrán profundas consecuencias”, afirman desde Unicef en la introducción al informe. mundo. Que no en el tercero. Si la tendencia actual no cambia, para 2030 esa cifra se habrá reducido considerablemente, pero aún así se calcula que habrá más de tres millones y medio de muertes de niños evitables. Nacer con la muerte al acecho La situación de los niños es hoy mejor, en términos generales, que hace unas décadas. Pero no para todos los niños porque hasta en la pobreza hay desigualdades. Los menores nacidos en África subsahariana tienen 12 veces más probabilidades de morir antes de cumplir 5 años que los que nacen en países de ingresos altos. La estadística calca a la de 1990. En ese mismo rincón del mundo, 1 de cada 36 mujeres está expuesta a la muerte por causas relacionadas con el embarazo y la maternidad. En el primer mundo esa proporción se reduce hasta 1 de cada 3.300. En África Subsahariana, también, una tercera parte de las muertes de menores de 5 años tienen nombre de niños recién nacidos. No en vano, para alrededor de 1 millón de niños en 2015, su primer día de vida fue también el último. Las cifras, con las que podríamos seguir hasta el infinito, son dramáticas, porque cerca del 80% de las muertes de menores en 2015 ocurrieron en Asia meridional y África subsahariana. Casi la mitad de ellas en tan sólo cinco países: República Democrática del Congo, Etiopía, India, Nigeria y Pakistán. En estas naciones, alcanzar el objetivo de 2030 (que pasa por reducir la mortalidad neonatal a 12 muertes o menos por cada 1.000 nacimientos vivos, y la mortalidad de menores de 5 años a 25 muertes o menos por cada 1.000 nacimientos vivos) parece hoy por hoy una utopía. Pese a todo, y pese a que los objetivos marcados para 2030 por la ONU están lejos de poder cumplirse, los niños que nacen hoy tienen menos probabilidades de vivir en la pobreza que los que nacieron a principios de siglo. También menos papeletas (hasta un 40%) de morir durante sus primeros cinco años de vida. Y pese a ello, pese a esas cifras para la relativa alegría, el camino está aún a medio andar, porque casi 6 millones de menores murieron solo en 2015 antes de soplar las cinco velas, la mayoría de ellos a consecuencia de enfermedades que se pueden prevenir y curar de forma sencilla en el primer 138 • mama • NOVIEMBRE 2016 Y sin embargo, y como afirman desde Unicef, “estas metas pueden lograrse”, pero para ello hace falta que los gobiernos “concentren su atención en los niños más desfavorecidos”. Y en sus progenitores. Según algunas estimaciones, si todas las madres cursasen la educación secundaria, en África Subsahariana cada año habría un millón y medio más de niños que no perderían la vida entre los 0 y los 5 años; universalizando la lactancia materna cada año se salvarían las vidas de 823.000 niños menores de 5 años en 75 países de ingresos medianos y bajos; acabando con el matrimonio