Madresfera Magazine 07 - Noviembre 2016 | Page 129
tiene que ver con respetar ciertas necesidades de
afecto y alimentación del niño, y que es muy acertada, con la mala interpretación que a veces los padres
y madres hacemos de ella. Hay padres que no permiten que su hijo o hija sufra ningún tipo de frustración.
Esto es un error, desde el punto
de vista del cerebro, porque hay
toda una región cerebral, una de
las más importantes, que se
encarga de acomodar normas,
límites y soportar las frustraciones
naturales de la vida. El niño tiene
que experimentar la vida con
todos sus matices, el afecto es lo
primero pero la frustración es
parte esencial de la vida también.
Yo ofrezco conocimientos básicos
acerca del cerebro que pueden
ayudar a padres y madres a tomar
mejores decisiones sobre la crianza y educación de
sus hijos y que en muchos casos busca una educación
equilibrada…porque el cerebro necesita mucho
equilibrio para sacar lo mejor de sí mismo.
influyente en nuestra vida que el racional. El niño que
es educado en sentimientos, es más empático. El niño
que es educado en psicología positiva es más optimista y capaz de perseguir las metas. Incluir la
inteligencia emocional en la educación es esencial. De
hecho en el libro la parte de
inteligencia emocional es la más
amplia porque desde mi punto de
vista es también la más importante. Si tenemos todo lo que queremos pero no nos queremos a
nosotros mismos nada de lo que
tengamos merecerá realmente la
pena.
“El niño
tiene que
experimentar la
vida con todos
sus matices,
del afecto a la
frustración”
A diferencia de las teorías que comentábamos en la
pregunta anterior, que no son partidarias de ello, tú
si que recomiendas las recompensas y los refuerzos.
¿Por qué y de qué tipo de refuerzos o recompensas
hablamos?
Las recompensas y los refuerzos son parte natural de
la vida. No se pueden negar porque existen. La
primera recompensa ocurre cuando el niño llora y le
damos el pecho. El niño aprende que cuando pide,
recibe. A partir de ahí la vida está llena de recompensas naturales, como cuando un niño sonríe o habla y
el adulto, de manera natural, le devuelve la sonrisa.
No creo que debiera haber controversia con el uso de
refuerzos en este sentido. Lo que sí es cierto es que
abusar de refuerzos, o utilizar refuerzos alimenticios o
materiales puede ser contraproducente como explico
en el libro. El cerebro es un órgano natural y su
funcionamiento refleja las normas del mundo natural.
Cada vez oímos hablar más de la educación emocional y su importancia en el desarrollo de nuestros
hijos. ¿Hasta qué punto es importante?
Es muy importante porque el cerebro tiene todo un
componente emocional que regula nuestro comportamiento y motivaciones. De hecho podríamos decir
que lo que llamamos el cerebro emocional es más
A ese respecto, en tu libro, hablas
de sembrar la felicidad en
nuestros hijos: ¿Cómo podemos
hacerlo?
El primer requisito es que el niño se sienta querido y
tocado desde pequeño. La felicidad se construye
sobre una buena autoestima. A parte de eso podemos hacer muchas cosas: reconocer las situaciones
difíciles que sufren con empatía; enseñarles a
experimentar y tolerar las frustraciones naturales de
la vida; escuchar la palabra “no” de vez en cuando es
muy educativo, pero también ser capaces de prestar
atención a las cosas buenas del día, valorar todo lo
que tienen y expresar agradecimiento son estrategias que han demostrado científicamente que
aumentan los niveles de felicidad tanto en niños
como en adultos. ■
El cerebro
del niño
de Álvaro Bilbao
Nº de páginas: 296
páginas
Editorial: Plataforma
Lengua: Castellano
ISBN:
9788416429561
Precio: 18 ¤
NOVIEMBRE 2016 •
mama
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