Literatura BDSM El Límite del Placer ( Eve Berlín ) | Page 96

que no estaba centrada. —Bueno, Dylan, ¿me contarás algo de tu madre? Un atisbo de sorpresa se asomó fugazmente a su rostro. Entonces levantó la copa de vino y bebió. Se tomó un rato hasta que volvió a dejarla sobre la mesa. —Probablemente no. —Es una situación que viene de largo, ¿verdad? Ella le miró: sus ojos grises eran claros y brillantes a la luz de las velas. Estaba alerta y algo nerviosa. Por la tensión en su semblante se dio cuenta de lo en guardia que estaba en este tema, aunque no se hubiera negado a hablar de él directamente. —Sí. —Y no quieres hablar de ella bajo ningún concepto. Ella suspiró. —¿Vas a seguir insistiendo hasta que te lo cuente? —Ahora no. —Gracias. Ella seguía mirándole con una mirada encendida. Él disfrutaba al verla enfadada. Reconocía que eso le daba vidilla y le excitaba sexualmente. Que ella le contestara hacía que someterla, tanto literal como figurativamente, fuera mucho más excitante. Él se recostó en la silla y le sonrió. —Te quiero con el estado mental adecuado para lo que tengo previsto más tarde. —Oh. Sus rasgos se suavizaron; estaba seguro de que ella no sabía que lo estaba haciendo. Que no aceptaba del todo lo fácilmente que cedía, que se entregaba a él, incluso con estas pequeñeces. Ah sí, era perfecto para lo que tenía preparado después. Pero primero tenían que hacer bien la digestión y ya le iba bien tomarse su tiempo. —Cuéntame algo de tus otras relaciones, Dylan. Nunca hemos hablado de eso. —Bueno… no hay mucho que contar.