Literatura BDSM El Límite del Placer ( Eve Berlín ) | Page 86
el pecho.
Cambió de canal deprisa. Quizá no fuera tan poco realista al fin y al cabo.
Apagó la televisión.
Estaba exhausta. Si pudiera echar una cabezadita se levantaría con la cabeza
más despejada. Entonces sabría qué hacer.
Se tumbó en la cama, con la cabeza en la almohada y se subió las mantas
hasta la mandíbula. Se estaba caliente en la cama, con el pesado edredón encima.
Sin embargo, no era tan cálida como la piel de Alec.
«Ahora no pienses en eso. No pienses en nada.»
En la calidez de su piel. En sus palmas, sorprendentemente suaves sobre su
piel. En sus dedos avispados. En la dulzura de su boca.
Gimió; su cuerpo palpitaba aún con un deseo que seguía insaciable a pesar
de todo. De repente, supo con una dolorosa claridad que así seguiría hasta que
volviera a verlo. Hasta que la tocara. Hasta que la azotara. Hasta que lo tuviera
dentro de ella; lo único que de momento él le había negado.
Era una tortura querer algo que sabía que no debería conseguir porque, si
permitía que eso sucediera, ya no habría vuelta atrás. Se perdería de una forma
irrevocable; la fuerza que había estado acumulando toda la vida se desintegraría
por esa necesidad ridícula que sentía por este hombre y por lo que le ofrecía.
«Alec.»
¿Pero qué le había hecho ya? ¿Y cuánto más le dejaría hacer?