Literatura BDSM El Límite del Placer ( Eve Berlín ) | Page 54
tuviéramos, ¿no crees?
—Y me imagino que no me contarás cuáles son esas vulnerabilidades,
¿verdad?
—Ahora no. Pero yo sí debería saber las tuyas. Eso también forma parte de
mi trabajo.
—¿Es necesario?
—Sí —se limitó a decir.
—¿Por qué?
—El poder conlleva una enorme responsabilidad. Necesito tener
información sobre cómo reaccionarás cuando juguemos y por qué para que pueda
cuidarte como es debido.
—Oh…
Ese breve recordatorio de lo que habían planificado hacer juntos la deshacía
de deseo y la mareaba ligeramente. ¿De verdad estaban manteniendo esta
conversación con semejantes referencias eróticas en medio de un restaurante
abarrotado?
—¿Por qué no me cuentas algo de tu familia, Dylan?
—¿De mi familia?
—Es un buen punto de partida.
—De acuerdo. Está bien… —Se quedó callada para pensárselo un momento.
¿Qué podía contarle?—. Soy de Portland. —Hizo una pausa otra vez. No tenía
ganas de darle demasiados detalles. Le resultaba demasiado duro. Se sentía mejor
cuando se quitaba a la familia de la cabeza. Sobre todo a su madre. ¿Cómo podía
explicar algo así?
Descruzó las piernas, cogió la taza y la encontró vacía. Alec alargó la mano,
la cogió, se la llenó y se la devolvió.
—Continúa —le instó él—. ¿Tu familia sigue viviendo allí?
—No. La mayoría está ahora en Ashland, Oregón. Mi tía Deirdre y mi
madre. Y mi abuela Delilah, con quien me llevo muy bien.
—¿Pero no te llevas bien ni con tu tía ni con tu madre?
—Las cosas con mi madre son… difíciles.
—Cuéntame algo de ella.
—No.