Literatura BDSM El Límite del Placer ( Eve Berlín ) | Page 39

—Fue divertido. Distinto. —¿Qué fue lo que no funcionó? —Pues no estoy segura. Estuvo bien. Pero la realidad no fue tan excitante como la idea. —¿Puede ser porque los pañuelos eran un símbolo demasiado endeble para ti? —Sí. Tal vez. Era todo demasiado suave. Una tontería, casi. Como si no me lo tomara en serio. —¿Y podría haber sido también que quisieras ser tú a la que ataban? ¿Y que te dejaran indefensa? Ella se estremeció y se le fue el santo al cielo. —Yo… no… no sé. No creo que pensara eso conscientemente en ese momento, y nunca lo he analizado desde entonces. Supongo que, interiormente, si iba a experimentar algo de esto, yo sería la que dominara. —¿Y ahora? Se le cortó la respiración y sintió un nudo en el pecho. De repente estaba enfadada y a la defensiva. —He accedido a ser sumisa, ¿no? Alec se quedó callado un momento. Le oía respirar lentamente al otro lado del teléfono. No sabía por qué, pero eso le impidió respirar unos segundos. —Dylan. Así no iremos a ningún sitio hasta que reconozcas que al menos una pequeña parte de ti quiere hacerlo. Se le encendían las mejillas y se aferró con fuerza al cojín que tenía en el regazo. —Vale, sí, lo reconozco. Supongo que es natural que la gente se lo plantee en algún momento u otro, como parte de ser una persona sexualmente abierta, cosa que soy. De lo contrario no sería escritora de novelas eróticas. «Deja ya de parlotear, Dylan.» —Bueno, es un buen inicio. —¿Te basta como respuesta? —De momento, sí. Quiero que pienses en estas cosas. No hace falta que termines esta conversación estando completamente convencida. Es un proceso. —De acuerdo.