Literatura BDSM El Límite del Placer ( Eve Berlín ) | Page 33

separaban, hablaban cada semana y se veían siempre que podían. —¿Qué haces, Dylan? —Comiéndome el coco, principalmente. Mischa se echó a reír. —¿Y eso? Dylan se acercó a la pared donde las ventanas daban a la costa. Las nubes oscurecían parcialmente el cielo de la tarde; eran como una pesada cortina gris que amenazaba lluvia. —Ojalá lo supiera. —¿Necesitas hacer una lluvia de ideas para un libro? —De hecho estoy en la etapa de investigación para mi próxima novela. Es una historia erótica con el BDSM como trasfondo. Lo que me lleva a lo que me trae de cabeza. Más o menos. —A ver, ¿me vas a contar de qué estás hablando o no? —Perdona, no quería ser tan imprecisa. —Se quedó callada, respiró hondo y lo soltó—: He conocido a un hombre. —Vaya, parece prometedor. —Tal vez. No. Joder, Mischa, no lo sé… este hombre, Alec, es… no tiene nada que ver con los hombres que he conocido en mi vida. —¿En qué sentido? —En todos los sentidos. —Se calló otra vez, apoyó la palma de la mano en el cristal de la ventana y notó el frío en la piel—. Alec forma parte de mi investigación. Bueno, en este momento lo es todo. Me lo recomendó Jennifer, una sumisa, para que me hablara de todo esto del BDSM. Me parecía que no sabía lo suficiente para escribir acerca del juego de poder como era debido. —Pues no veo por qué no. Has escrito sobre todo tipo de cosas. Y tampoco es que seas muy puritana. Si eres tú a la que las demás recurrimos en busca de respuestas para todo lo que tenga que ver con el sexo. Eres nuestra reina, Dylan — bromeó Mischa. —Ja, ja… No soy la reina del erotismo precisamente. Tener experiencia en el sexo no es lo mismo. Esto es algo muy específico. Y esta vez reconozco que me va un poco grande. Pero cuanto más averiguaba sobre las dinámicas que había, más me daba cuenta de que necesitaba información verídica. Que tenía que basarme en