Literatura BDSM El Límite del Placer ( Eve Berlín ) | Page 198
latido normal.
— ¿Podemos… irnos ya?
—Sí, claro. Estábamos a punto de irnos cuando llegaste. Íbamos a pasar por
la casa de Dante para cambiarnos. —Alec la observaba, con su mirada azul fija en
la de ella—. ¿Estás bien? No piensas pasar de nosotros, ¿verdad?
—¿Qué? Claro que estoy bien. Simplemente, no me gustan demasiado los
hospitales.
Él le puso una mano en la espalda, frotándosela en pequeños círculos. Hizo
que ella tuviera ganas de volver a llorar. No lo entendía.
—Pues salgamos de aquí.
—No puedes montar en moto así.
—Hemos pasado por mi casa y hemos cambiado las motos por mi coche —
explicó Dante.
—Nos podemos reunir en el restaurante dentro de media hora —propuso
Alec—. Adelántate y tómate una copa.
Asintió. Una copa parecía perfecto.
—Muy bien.
Él la atrajo, cerca de él, y le dio un beso en el pelo.
Ella aún quería llorar, pero el nudo de miedo en su garganta se estaba
deshaciendo, poco a poco.
Salieron juntos hacia el aparcamiento y Alec le dio otro beso en el pelo antes
de que ella entrara en el coche y se fuera. Dylan puso un CD de música clásica y la
música y el trayecto la calmaron, le ayudaron a tranquilizar sus nervios
destrozados. Aparcó al otro lado de la calle del Wild Ginger.
Era el mismo restaurante al que habían salido a cenar por primera vez. ¿Eso
es lo que hacían? ¿Salir?
Suponía que salía con ese hombre.
«Solo salir.»
«Solo sexo.»
Ella contuvo la respiración. Y ahora él quería que ella conociera a su mejor
amigo, que llegara a conocerle. ¿Significaba eso algo, o ella estaba viendo
demasiadas cosas?
La otra noche le había preguntado cómo era Dante y Alec le había