Literatura BDSM El Límite del Placer ( Eve Berlín ) | Page 192

—Dylan… —Se desplomó encima de ella, con jadeos fuertes y entrecortados—. Ah, ha sido fantástico. —Mmm. Él le besó el lóbulo de la oreja y le dio un mordisquito. —Llegaré tarde a la excursión. —Sí. ¿Qué le dirás a Dante? —Nada. Ya lo supondrá. Ella se limitó a sonreír. Se sentía demasiado bien para inquietarse. Alec se apartó y la ayudó a ponerse en pie. Él se alejó, sosteniéndole la mano. —Me gusta tu aspecto. Buscó entre sus muslos y metió dos dedos en su calor húmedo. Ella se inclinó hacia él, con olas de placer recorriéndole el cuerpo, fuertes y eléctricas. —Dios, Alec. Jamás saldrás de aquí si no paras. —No me tientes, mujer. No quiero hacer esperar demasiado a Dante porque, si no, te follaría sobre el portátil y te zurraría ese culo precioso que tienes hasta que cogiera ese tono rosa precioso que tanto me gusta. Se me pone dura con solo pensarlo. Dylan se estremeció al imaginarse la escena que acababa de describir. —¿Estás seguro de que no tenemos tiempo? Él se echó a reír. —Tendremos tiempo más que suficiente después de cenar. Quizás es demasiado tiempo para esperar. —Una eternidad. —Ven conmigo. —¿Qué? —Acompáñame hoy. Ven de excursión con nosotros. A Dante no le importará. ¿Te gusta ir de excursión? —Sí. Pero, Alec, no pienso subir en tu moto. El pecho le oprimía de forma desagradable con solo pensarlo. —Es un trayecto corto.