Literatura BDSM El Límite del Placer ( Eve Berlín ) | Page 186
dedos en sus muslos, apretando con las uñas, haciéndole gemir.
—Dios, Dylan. Dylan…
Su polla vibraba, dura y rápida, y la boca de Dylan se llenó con un calor
líquido y abrasador. Él seguía empujando, cada vez más despacio. Finalmente, le
apartó el pelo mojado de la cara y le ayudó a incorporarse. Ella metió la cabeza
bajo el agua de la ducha para dejar que el agua se llevara su semilla.
—Dylan… Ha sido increíble. Tú eres increíble.
Alec tenía las manos entre el pelo de ella, agarrando los cabellos mojados,
sosteniéndose en ella. Ella se inclinó hacia él, dejando caer la cabeza encima de su
pecho y oyó el martilleo suave y constante de su corazón.
Alec se inclinó para besarle la cara, con besos largos, lentos y tiernos
cayendo sobre las mejillas de ella, la barbilla, la frente, los párpados. Unos besos
que la dejaron temblando. No de deseo. Sino de algo más. ¿Qué era?
«No pienses. Para. Simplemente, disfruta.»
Pero lo sabía. Notaba el escalofrío en su vientre, en su pecho, en su pulso
acelerado. No era el sexo, aunque fuera increíble, tal y como Alec había dicho.
Había más. Era algo más profundo.
Algo que ella se había prometido que no pensaría.
Ella se sostenía en él, con las manos aferrando sus anchos hombros. Era tan
fuerte. Necesitaba concentrarse en aquello, en la seguridad que sentía entre sus
brazos. Pero todo parecía volver a lo mismo: ahí ocurría algo más que el sexo y la
sensación de abrirse a algo nuevo. Y Dylan ignoraba cuánto tiempo podría fingir
que no estaba enamorándose de Alec. Enamorándose locamente.
Apretó los párpados hasta cerrarlos y se mordió el labio para no pensar en
esa ola mareante. Jamás había sentido tan poco control en su vida, ni siquiera
cuando Alec la había tenido atada y físicamente impotente. Nada era comparable a
aquello.
Estaba cayendo, a pesar de todos los esfuerzos que había hecho para evitar
precisamente aquello. No había ni una maldita cosa que pudiera hacer al respecto.
Y cuando cayera al suelo, sería un auténtico desastre.