Literatura BDSM El Límite del Placer ( Eve Berlín ) | Page 177

Su mano se deslizó entre ellos, con los dedos acariciándole el clítoris, y casi al acto, ella se corrió, con un clímax fuerte, rápido y brillante. Ella apartó la cabeza de su boca, la dejó caer hacia atrás, gimiendo su nombre. —Alec, Alec, Alec… Él seguía empujando, con la polla abriéndose paso dentro de ella, una y otra vez, caliente, gruesa y vibrante. —Dylan —dijo entre jadeos. Ella abrió los ojos y miró los suyos. —Sí, tienes que mirarme. Joder, eres tan hermosa, mi chica. Mi chica. Tenía la piel resbaladiza por culpa del sudor. No le importaba. Se aferró a sus anchos hombros, con el placer creciendo de nuevo dentro de ella, llegando a cotas imposibles. —Dylan… Nena… Me voy a correr. Unas cuantas estocadas más y ella notó el calor, con el clímax estremeciendo todo su cuerpo. Y notar cómo se corría la volvió a encender, y otro orgasmo recorrió su cuerpo en olas largas y ondulantes. —Oh, Dios, Alec… Él le mordió el cuello y le lamió la piel. Y ella se corría una y otra vez. Le apretó la cintura con más fuerza, sosteniéndola con tal virulencia que ella apenas podía respirar cuando ambos dejaron de moverse. —Joder, Dylan. —Sí… Se quedaron así durante largo tiempo. Al menos, eso creía ella. Para Dylan, el tiempo había quedado suspendido. Lo único que sabía era que tenía el cuerpo apretado contra el de Alec, el contacto de su piel, su olor. —Dylan. —Hablaba con la voz apagada, con el rostro aún enterrado en su cuello. Su aliento era tan cálido como su piel. —¿Mmm? —No pienses. —No lo hago. Todavía no. Él levantó la cara pero no lo bastante para que ella la pudiera ver. —¿Qué ocurrirá cuando vuelvas a pensar?