Literatura BDSM El Límite del Placer ( Eve Berlín ) | Page 176
quitó las ganas. Le dejó sin habla.
—¿Cómo?
—He dicho que tienes razón. Te quiero aquí porque, simplemente… Te
quiero aquí.
—Maldito seas, Alec.
No quería oír eso. Y, al mismo tiempo, era todo lo que deseaba oír.
La cabeza le daba vueltas.
—Ven aquí. —Él estiró el brazo hacia ella para cogerle la mano y ella intentó
zafarse.
—Alec, tengo que pensar…
—He dicho que basta de pensar. Por Dios, Dylan, deja de rechazarme y ven
aquí. Sé lo que quieres, así que no me vengas con estas tonterías de que no lo
hemos consensuado. No utilices mi código moral contra mí, Dylan.
—Alec…
Pero él ya la había cogido y la atrajo hacia él, hasta que sus pechos se
encontraron apretados contra los duros músculos de su pecho y, de pronto, se
encontró en mitad de su regazo.
Alec tenía la polla dura detrás de ella y se inclinó para besarla, con los labios
buscando, hiriéndola, mandándola una vez más.
Quería rechazarle. Resistirse. Pero tenía buen sabor. Olía bien. Y le hacía
sentirse bien.
No paró de besarla hasta que a ella se le encendió la sangre de deseo, con su
sexo caliente y ansioso. Cuando él giró el cuerpo y le agarró los muslos,
cambiándola de posición hasta que ella estuvo a horcajadas sobre él, Dylan no
protestó. No podía. Era una piscina caliente de deseo fundiéndose, impotente ante
todo aquello. Impotente ante él.
Él apartó su