Literatura BDSM El Límite del Placer ( Eve Berlín ) | Page 168
también a ella.
No sabía qué significaba. Todo ese martilleo del corazón, la sensación de
explotar, como si quisiera… ¿qué? No lo sabía. Joder, no lo sabía, no tenía ni idea.
Se limitó a atraerla con más fuerza, a aspirar su olor, ese aroma de tierra,
vainilla y oscuridad, mezclados con la sal de su piel.
Dylan apretó con más fuerza sus brazos alrededor del cuello de Alec, sin
apartar la mejilla de su pecho. Tenía la respiración caliente y entrecortada. Alec
esperó para calmarse, para que ambos se calmaran: su pulso acelerado, el latido de
ella palpitando bajo sus labios en su cuello. Pero no parecía poder serenarse. Ese
martilleo en el pecho no cesaba.
El pulso de ella tampoco se calmaba y, al cabo de pocos segundos, notó
lágrimas en su piel.
—Dylan, ¿qué te ocurre? ¿Me lo puedes decir?
Percibió auténtica preocupación en su voz. No solamente la preocupación
serena de un buen dominante. Era tan poco habitual que él lo oyó como si saliera
de otra persona. Tan crudamente personal.
—No es nada —respondió ella, con calma.
—Algo es. ¿Tienes pánico?
—No. No es pánico.
—Entonces, ¿qué es?
Tenía que saberlo. Y eso era lo que le correspondía, más que mostrarse
responsable.
—Alec, yo…
acostumbrada.
Simplemente,
estoy
sintiendo
demasiado.
No
estoy
—Ni yo tampoco —murmuró él.
—¿Qué?
—Nada, nada. ¿Qué necesitas que haga?
—Solo… esto. Solo quedarte así, abrazándome. O quizá necesito que me
sueltes y me mandes a casa ahora mismo.
—Sabes que eso no va a suceder, Dylan.
—Sí.
Él la sostuvo con más fuerza, prácticamente estrujándola entre sus brazos.
Pero parecía que aquello era lo que ella necesitaba. Lo que él necesitaba, maldita