Literatura BDSM El Límite del Placer ( Eve Berlín ) | Page 157

Una idea que daba miedo. Alec estaba haciéndole un montón de preguntas que le daban miedo. Hacían que se cuestionara todo lo que pensaba que sabía de ella. Lo que la devolvía a la negación. Suspiró. La cabeza le daba vueltas. Tenía que serenarse y limitarse a disfrutar de la velada que tenía por delante. Sonó el timbre y se sobresaltó. Reprimió una profunda respiración y dejó el vaso sobre la consola que había bajo el espejo antes de apretar el botón del intercomunicador. —¿Alec? —Sí, soy yo. —¿Quieres subir o prefieres que baje? —Prefiero que bajes. —Bajo enseguida. Se puso la gabardina de cuero, asegurándose de que el pequeño bolso y las llaves estuvieran en el bolsillo, antes de cerrar la puerta con llave y bajar con el montacargas. Alec la esperaba justo fuera de la puerta principal. —Hola. —Estás… espectacular, Dylan. —Gracias. ¿Realmente se había ruborizado? Se inclinó y le plantó un suave beso en los labios, con lo que su sexo se estremeció mientras el cuerpo se le derretía. Él se apartó, con esos ojos azules buscando los de ella durante un momento, antes de acercarse y apretarle, su boca bajando fuerte sobre la de ella. Alec abrió los labios y escabulló su lengua entre los labios de ella. Era tan tierno, con la boca húmeda y olor a menta… riquísima. A Dylan le fallaron las rodillas. Pero él la sostuvo con fuerza, apretándola fuerte con sus brazos. Ella notaba la dureza muscular de su gran cuerpo a través del abrigo de lana. Dylan suspiró dentro de la boca de él. Él se apartó. —Dios, Dylan. Él la soltó y se pasó una mano por la perilla. —Lamento no haber subido. He pensado que, si lo hacía, no saldríamos de