Literatura BDSM El Límite del Placer ( Eve Berlín ) | Page 101

Ocho Dylan siguió a Alec por las escaleras; su gran mano envolvía la suya. La manera que tenía de asirla era tan ligera y cálida que, de alguna manera sutil pero física, la hacía sentir que estaba a sus órdenes. No quería pensar en lo mucho que a su cuerpo le gustaba el de él. Cómo sus órdenes conseguían que se le acelerara el pulso y notara calor en el sexo. No quería reconocer la batalla mental que seguía librando a cada momento. Si pensaba en eso quizá lo pararía todo. Le pondría punto final a la historia. Era mejor seguir adelante. Entregarse, como había dicho él. O, al menos, intentarlo. Le gustaba demasiado para pararlo. Sabía que se encontraba en una especie extraña de negación. Fingía que esto era solo una perversión, que no significaba nada más, ni de ella, ni del modo en que Alec la hacía sentir. «Sí, no es más que sexo y ya está. Es una respuesta puramente física. No tiene por qué tener sentido.» Su dormitorio estaba iluminado con una luz tenue procedente de una lamparita colocada sobre la cómoda, que proyectaba una luz dorada sobre la gran cama. Recordaba la sensación de las sábanas limpias y almidonadas y su piel desnuda junto a la suya. Su sexo ardía de deseo. «Muy pronto.» Él se volvió y la miró. A tan corta distancia ella se dio cuenta realmente de su gran tamaño y altura y de la amplitud de su pecho. Bajó la vista a los tatuajes en sus brazos. ¿Qué tenían que le hacían parecer algo malvado y erótico a la vez? —Dylan, estate atenta. Él le levantó la barbilla y la sujetó con la mano con firmeza, para que supiera que estaba allí, que él era el que estaba al mando. De eso no había duda. Aunque con él nunca la había. Ella se dio cuenta de que, salvando las distancias, él era el primer hombre que conocía y que controlaba más que ella. Tal vez se debiera a esto la atracción descontrolada que sentía por él, así como su habilidad para entregarse. Entonces la embargó una sensación de miedo y de resentimiento. «No pienses.» —Dylan, necesito que te concentres. Que estés aquí conmigo.