Literatura BDSM El Límite del Deseo (Eve Berlín) | Page 81
se quedó quieta y no dijo nada cuando él la desnudó dejando ver esa piel pálida y
sedosa trozo a trozo: el vestido, el sujetador, el tanga de encaje, las botas altas de ante.
La cogió en sus brazos y la llevó hasta el sofá —la cama estaba demasiado lejos— y
ella volvió a aferrarse