Literatura BDSM El Límite del Deseo (Eve Berlín) | Page 55
eran tan habituales.
Mientras entraba en la sala de conferencias, recordó que ese día presentaban a un
nuevo socio minoritario. Ese tema le había inquietado un poco a lo largo de la última
semana. Pensaba que habría sido más justo contratar a alguien de dentro de la empresa.
No porque ella fuera una de las posibles candidatas; no llevaba el tiempo suficiente en
el bufete. Pero había unas cuantas personas que sí. Theresa Jackson llevaba años allí y
hacía muchas horas extras. Y también Gary Auerbach. Por lo que parecía, el nuevo
fichaje era un abogado brillante que habían robado a otro bufete, razón por la cual,
suponía, aún no habían dicho a nadie quién era.
Saludó con un gesto de la cabeza al resto de los abogados que ya estaban allí y
encontró una silla vacía en la enorme mesa de roble. Ruby entró justo detrás de ella y
se apoyó en la pared, con una libreta en la mano. Kara sonrió a su secretaria, que le
guiñó el ojo como respuesta. Ruby era la más joven de las ayudantes y hacía poco que
trabajaba para ellos, pero era increíblemente eficiente. Trabajaba para varios
abogados del bufete, pero siempre estaba disponible cuando necesitaba algo: era una
de esas personas extraordinariamente competentes. Le caía muy bien; comían juntas de
vez en cuando. Era una buena compañía.
Kara cogió la jarra de agua del centro de la mesa, se sirvió un vaso y dio un pequeño
sorbo. Y prácticamente escupió cuando el nuevo socio minoritario entró en la sala con
su jefe, Lyle Kelleher.
Dante.
Tomó otro sorbo de agua, intentando no toser ni llamar la atenci