Literatura BDSM El Límite del Deseo (Eve Berlín) | Page 157

quedó dormido. Se despertaron unas horas más tarde con los primeros rayos de sol del amanecer. Ella se cobijó entre sus brazos en silencio. Él se puso encima de ella. Su cuerpo se le antojaba una serie de delicadas curvas: los pechos, el vientre, los muslos. Ella se abrió de piernas y él se introdujo en ella con tanta suavidad como la seda. Con la misma finura. La besó mientras levantaba las caderas y ella suspiraba. Qué dulzura. No se cansaba de ella. «Kara.» Ella se movía con él y cada movimiento de sus cuerpos marcaba un ritmo fluido y perfecto que no hacía falta pensar siquiera. No requería ningún esfuerzo. Pronto alcanzaron un placer líquido, como arrastrados por una corriente de sensaciones. Al poco notó cómo el cálido sexo de ella se tensaba alrededor del suyo. Era increíble. Empezó a jadear; su clímax fue tan tenue como las primeras luces del día. Al instante él llegó al orgasmo entre temblores. La atrajo hacia sí y la abrazó. No quería soltarla. Finalmente reparó en que quizá la estaba aplastando, de modo que la soltó un poco y ella se acurrucó a su lado. Le acarició el pelo y comenzó a respirar con normalidad mientras enredaba los dedos en sus sedosos mechones. —Kara —susurró—. Cielo… ¿Qué quería decirle? Pero tenía tanto sueño… Se quedó dormido una vez más.