Literatura BDSM El Límite del Deseo (Eve Berlín) | Page 141

hombros y en cómo se le endurecían las facciones, se detuvo en seco. Añadió en voz baja—: No me canso de ti y eso me da muchísimo miedo. Empezaba a tener dificultades para respirar. Era difícil decirle eso en voz alta; reconocérselo a alguien, incluso a sí mismo. Los ojos de ella estaban vidriosos por la emoción y se mordía el labio al tiempo que se abrazaba, pero relajó la tensión en los hombros. Sin embargo, él se quedó donde estaba. No quería sobresaltarla. —Yo también tengo miedo —dijo ella al final—. No he tenido tanto miedo en la vida. Y esto no es propio de mí, de esta mujer que se… ha debilitado por lo que siente. —A mí me está pasando lo mismo —reconoció Dante, molesto por tener que hacerlo. Pero tenía que hacerlo—. Y no sé qué demonios hacer con esto. No puedo… no puede importarme alguien de este modo. No a mí. —¿Por qué no? —preguntó ella con tono desafiante y un deje de rabia en la voz. Afuera retumbaban los truenos con fuerza. Él se rascó la barbilla. —Porque voy a joderlo todo, como ya me pasó con Erin. Fue devastador y ni siquiera la quería. ¿Cómo habría sido si la hubiera amado? No puedo aceptar tanta responsabilidad por nadie. —Pero sí te haces responsable de la gente a diario. En el trabajo. Como dominante. —Porque en esas situaciones puedo distanciarme, pero no puedo… —Se calló y negó con la cabeza—. No puedo distanciarme en lo que a ti respecta. Hasta los más grandes caen, ¿verdad? Ella esbozó una breve sonrisa. —Sí. Yo también. Eso facilitó algo las cosas, saber que estaba en la misma situación y que también le resultaba difícil. Se relajó un poco y