Literatura BDSM El Límite de La Tentación ( Eve Berlin ) | Page 97
así; mejor poner distancia para aclararse las ideas. Para olvidar la pálida pero elegante piel de su
cuerpo. La generosa curva de sus senos en las manos. El azul de sus ojos… La manera en que esa
mirada azul le penetraba y le llegaba hasta el corazón cuando se llenaba de lágrimas.
Sacudió la cabeza.
Irse durante un tiempo era lo mejor. Así se tranquilizaría. Retomaría el control con el que siempre
había contado y que Mischa le había ido arrebatando poquito a poco. No podía quedarse en San José
para siempre. Solamente necesitaba unos días. Después se sentiría mejor.
Entonces, ¿por qué le dolía tanto dejarla y salir por la puerta a sabiendas de que se sub \