Literatura BDSM El Límite de La Tentación ( Eve Berlin ) | Page 95

Nueve Connor se colgó la bolsa de deporte del hombro y bajó por la rampa hacia la puerta de embarque del aeropuerto de Sea-Tac. Sacó la tarjeta de embarque del bolsillo de su camisa y comprobó la puerta una vez más: B11. Podía parar en el Starbucks y comprarse un café. Todavía no había comido, pero no tenía hambre. Se había pasado la mañana después de salir de casa de Mischa —bueno, del apartamento de Dylan, en realidad— y parte de la tarde corriendo de arriba abajo como un desesperado: haciendo algunas llamadas de negocios a una de las compañías de videojuegos con las que trabajaba en la zona de la bahía de San Francisco, reservando el vuelo y el hotel en San José. Y todo eso mientras el corazón le martilleaba en el pecho y la cabeza le daba vueltas. «Lo que tú quieras, cielo.» Lo había dicho y, peor aún, lo decía en serio. No podía sentir algo así por una mujer. No podía y punto. ¡No hab