Literatura BDSM El Límite de La Tentación ( Eve Berlin ) | Page 95
Nueve
Connor se colgó la bolsa de deporte del hombro y bajó por la rampa hacia la puerta de embarque del
aeropuerto de Sea-Tac. Sacó la tarjeta de embarque del bolsillo de su camisa y comprobó la puerta una
vez más: B11. Podía parar en el Starbucks y comprarse un café.
Todavía no había comido, pero no tenía hambre. Se había pasado la mañana después de salir de
casa de Mischa —bueno, del apartamento de Dylan, en realidad— y parte de la tarde corriendo de
arriba abajo como un desesperado: haciendo algunas llamadas de negocios a una de las compañías de
videojuegos con las que trabajaba en la zona de la bahía de San Francisco, reservando el vuelo y el
hotel en San José. Y todo eso mientras el corazón le martilleaba en el pecho y la cabeza le daba
vueltas.
«Lo que tú quieras, cielo.»
Lo había dicho y, peor aún, lo decía en serio.
No podía sentir algo así por una mujer. No podía y punto. ¡No hab