Literatura BDSM El Límite de La Tentación ( Eve Berlin ) | Page 63
—¡Sí!
—Pero ¿sienta bien?
La cabeza le rodaba, con el cuerpo retorciéndose a través del dolor y el placer tan deprisa que
apenas podía distinguir qué sensación era cuál.
—Sí… está bien.
Él lo volvió a hacer, rápida, agresivamente, cogiendo y apretando masa de piel en su manaza,
soltando, bajando y volviéndolo a hacer, entonces volviendo a subir, hasta que ella se retorcía fuerte
contra su piel, incapaz de estarse quieta. Ella jadeaba mientras el dolor era cada vez más agudo. Y
justo cuando estaba segura de que no podría soportarlo más, él se detuvo, deslizando su mano para
masajearle el clítoris dolorido e hinchado, inundándola de puro placer. Al mismo tiempo, le daba
besos suaves y tiernos en la nuca, en la parte superior de la columna, entre los omóplatos, haciendo
que su cuerpo y su corazón se derritieran.
¿Qué le ocurría? No era el dolor; ella lo entendía a un nivel muy primario. Pero su corazón, ¿cómo
podía ser que se hubiera metido en todo aquello?
Esa idea era tan imprecisa en su mente confusa que apenas podía retenerla. Estaba demasiado ida
para que eso la asustara. Lo único que notaba era una sensación de asombro. Un desconocimiento
extraño.
«Más tarde…»
Sí, todo lo demás más tarde, pero qué estaba ocurriendo ahora. Qué necesitaba. Qué quería él de
ella. La necesidad acuciante de satisfacerlo que había estado creciendo desde el momento en que
habían entrado en el club.
Ahora Connor le estaba estimulando el clítoris y eso proyectaba una sensación deliciosa a través de
su cuerpo, haciéndola retorcer, y solo las esposas y el brazo fuerte de Connor alrededor de sus
hombros la mantenían en pie.
—Connor…
—¿Qué ocurre, cariño? —murmuró él en su nuca.
—Necesito… —Mischa jadeó cuando el placer la atravesó como una descarga de mil vatios—.
Necesito…
—¿Correrte?
—¡Sí!
Connor le estimuló el clítoris hinchado con más fuerza, haciendo que le doliera, pellizcando y
tirando. Bajó la otra mano y la utilizó para pellizcarle los l X