Literatura BDSM El Límite de La Tentación ( Eve Berlin ) | Page 37

—Venga ya. No me digas que te ha molestado. —Preferiría que lo habláramos en persona, Mischa. —Ha sido un día muy largo. No me apetece salir de casa. —No hará falta. Estoy delante de la puerta de tu piso. —¿Qué? Cruzó el apartamento en cuatro zancadas, descalza sobre el parqué, y abrió la puerta de par en par. —¿Qué haces aquí, Connor? Él sonrió y su exuberante boca se curvó en las comisuras en un gesto irónico. —Bonito conjunto. Ella bajó la vista y reparó en la toalla verde que llevaba envuelta; resopló y se la ajustó más. —No has contestado a mi pregunta. ¿Por qué seguía sonriéndole? Además, ocupaba todo el umbral, como si fuera un gigante. Sin embargo, no pensaba sentirse intimidada. —¿Entonces qué? —insistió ella, apretando la mandíbula. ¿Por qué era tan condenadamente guapo? ¿Y cómo podía estar tan tranquilo? Acabaría volviéndola loca. Por no hablar de cómo se notaba endurecer los pezones bajo la toalla y un escalofrío de deseo entre los muslos. «Para ya.» —Pues… —empezó a decir—. Sería más fácil si me invitaras a entrar. —No sé qué quiero hacer. Menuda mentira. Lo que pasaba es que no quería querer. Él se acercó un poco más sin cruzar el umbral, pero lo bastante cerca para que, al inhalar, captara un poco de su oscura esencia. —Está claro que las cosas no terminaron tan bien como creía. Pensaba que habíamos pasado una velada espléndida. —Bajó la voz—. Pensaba que te habías divertido tanto como yo… con los tres orgasmos. ¿O fueron cuatro? —Cinco —murmuró ella. —Bueno. —Se quedó callado un momento y le acarició la mejilla con un dedo, que luego dejó bajo su barbilla—. Pensab H