Literatura BDSM El Límite de La Tentación ( Eve Berlin ) | Page 26
—Separa los muslos. Sí, así, bien.
Él introdujo la mano entre ellos y su húmedo calor. Notó cómo apretaba el sexo alrededor de sus
dedos.
—¡Ah!
Los metió y sacó varias veces; y él se notaba el pene cada vez más duro. Tenía que hacerle el amor
pronto. Pero primero…
Se levantó y le dio una fuerte palmada en el culo. Ella se sobresaltó un poco, pero al momento notó
cómo su cuerpo se derretía por dentro y por fuera.
Esta muchacha era encantadora. Su respuesta era increíble.
Volvió a azotarla. Esta vez se sobresaltó algo menos y su cuerpo absorbió el impacto. Se le estaba
enrojeciendo el trasero de lo pálida que era su piel. Le encantaba.
Se detuvo para masajear la carne de sus nalgas, suave primero y luego cada vez más fuerte, jugando
con el dolor. Flexionó los dedos en su sexo, los introdujo aún más y los sacó casi al instante. Entonces
la azotó otra vez, le metió los dedos a la vez y ella gritó.
—¡Connor!
Él se quedó quieto.
—¿Qué pasa?
—Que… Joder, hazlo otra vez.
Se sonrió para sus adentros; el pene le latía del deseo. Le dijo en voz muy baja:
—Para que lo sepas, cielo, no funciona así. Creía que lo habías entendido antes, pero te lo diré
ahora sin tapujos: si vas a jugar conmigo, tienes que saber que cuanto más me pidas algo, menos
posibilidades tendrás de obtenerlo. Creo que ya te he dicho que soy sádico. Me encanta verte retorcer
del deseo y las ganas no satisfechas. Me gustará aún más ver cómo te corres, pero solo cuando yo
decida que es el momento. Antes de que acabe la noche, también acabarás confiando en mí y sabrás
que hago estas cosas de tal forma que el resultado final sea la culminación de tu deseo. Te llevaré a un
estado que nunca puedes alcanzar cua