Literatura BDSM El Límite de La Tentación ( Eve Berlin ) | Page 181

suavidad; más tarde, con fuerza, cogiendo ritmo. La necesidad suave y tierna creció, se acentuó hasta que alcanzaron el lugar primario que les había unido. Ese ritmo primario que sus cuerpos conocían y que necesitaban del otro. Caderas que empujaban contra caderas que empujaban, con los cuerpos cada vez más resbaladizos por el sudor mientras se agarraban con fuerza. Ambos