Literatura BDSM El Límite de La Tentación ( Eve Berlin ) | Page 178

—No puedo esperar a tenerte en algún sitio donde te pueda tocar. Ella le besó en el cuello, dejándole un reguero de besos fuertes que le hicieron gemir. —Yo tampoco puedo esperar —susurró ella contra su piel—. Pero estamos en la boda de nuestros amigos. Creo que sería mejor que volviéramos a entrar antes de hacer algo inexcusable. Gruñó. —Odio cuando tienes razón. Mischa sonreía, con esa boca preciosa que parecía bien besada, cosa que le satisfacía. Cielos, ella lo satisfacía, en todos los sentidos. Connor le puso la mano sobre la mejilla. No lo podía evitar; tenía que tocarla. —Te quiero, Mischa. —Y yo te quiero a ti. Mischa se sentía como si el corazón estuviera a punto de estallarle, pero de la mejor forma posible. Era algo alucinante, lo maravillosamente bien que se había sentido al decírselo. Al oírlo de su boca. Creerlo y creer en ello. Era maravilloso saber que él la quería y expresar sus propios sentimientos había disipado gran parte de sus temores y dudas. Connor la ayudó a levantarse, la volvió a besar, esta vez con suavidad, antes de apartarse y sonreírle. —Esta es la mejor boda a la que he asistido —le dijo. —Espera a probar el pastel —bromeó ella. —Ah, lo que acabo de probar es mucho más dulce. Mischa se puso de puntillas y le besó en la boca. —Me encanta cuando te pones cursi. Él estiró el brazo por detrás de ella y le dio una palmada en el trasero. —Será mejor que te acostumbres. —Me va a costar un poco, pero lo intentaré. La agarró poniéndole ambas manos en los hombros y se inclinó un poco para mirarla a la cara. —Lo digo de verdad. Será mejor que te acostumbres. Y no me puedo creer que yo diga esto, pero así es como será. —En ese caso, bien. Sí, señor. Connor esbozó una sonrisa. —Serás descarada. Ella asintió. —Así es como será. Él negó con la cabeza. —De vuelta a la boda contigo. Ella se echó a reír, le agarró de la mano y, juntos, volvieron hacia la luz y la música y el sonido de las risas. ¿Cómo podía ser que fueran ese par de optimistas? Pero se daba cuenta de que el amor era algo extraño. Una fuerza más poderosa que sus miedos, que las imágenes sesgadas que ambos tenían de sí mismos. El amor los había cambiado a ambos. Los había transformado en algo mejor de lo que antes habían sido. Notó cómo aquella fuerza la atravesaba, simplemente por tener su mano dentro de la de Connor. Sabía que él la amaba. Con la extraña certeza de que, de algún modo, todo iría bien.