Literatura BDSM El Límite de La Tentación ( Eve Berlin ) | Page 151

Intentó olvidarse de todo aquello, odiaba estar enfadada. No era una emoción constructiva. Pero estaba cabreada. El móvil vibró y ella lo agarró, con el corazón resonando como un pequeño colibrí enjaulado en su pecho. Dylan. No podía hablar con ella. No podía soportar su compasión, ni siquiera que se enrabiara por ella. Dejó que la llamada fuera a su buzón de voz. Entonces, se puso en pie, entró en la cocina y encontró una botella de vino. Un buen Cabernet californiano, seguramente demasiado bueno para lo que Dylan había previsto, pero se lo compensaría más tarde. La descorchó, se la llevó hasta el sofá y se acurrucó con ella. Miró la televisión mientras bebía, un trago, luego otro, directamente de la botella. Sabía que estaba haciendo algo feo. Pero era lo que en ese momento necesitaba. Dejar de pensar, de diseccionar. Aturdirse. No como Evie. Ja p