Juan Abreu
Diosa
Entrenar a una mujer significa hacerla sabia. Domar sus
miedos, sus inseguridades, enseñarla a buscar y aceptar a la Sumisa
que lleva dentro. ¿Quieres hallar la tuya, dejarla que emerja y ocupe
el lugar que, a juzgar por tu mensaje, reclama en tu vida?
Si es así, debes ganártelo.
Por el momento, no quiero conocerte personalmente, sólo
intercambiar ideas.
¿Fantaseas con ser exhibida?
¿Anhelas ser humillada?
¿Tienes el pelo largo?
Buenos puntos de partida en el camino de la Sabiduría.
Hoy permanecí horas contemplando el paso de la luz sobre las
baldosas del balcón. La sombra de una planta, húmeda y frágil,
creaba la figura de un hiratakuwagata, con las tenazas abiertas.
Curioso, ¿no?
Maestro Yuko
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