La discapacidad | Page 5

Pero pensar, ella no es diferente. Ella es una persona como nosotros con solo un cromosoma más.

Es bueno saber apreciar a una persona sea como sea, pero sobretodo es bueno volver a casa y verla sentada en los escalones de su hogar jugando con sus preciadas muñecas. Es bueno saludarle y que te responda con una sonrisa de oreja a oreja. Es bueno tenerla de vecina y saber apreciar a la gente desde pequeña sin ningún prejuicio alguno.

Sé que este no es el único caso, sé que hay muchísimos más y que esta enfermedad se extiende mucho por todo el mundo.

Yo misma me he ido de excursión a un albergue juvenil y he compartido lugar de alojamiento con personas con síndrome de Down. Me levantaba cada mañana y las veía por todas partes: en los pasillos riendo, en el comedor o en distintas salas jugando, en la piscina bailando...Creedme, no pude pasármelo mejor ni hacer tan buenos amigos como ellos.

Simplemente, quiero abriros los ojos y que recapacitéis. Cuando veáis a una persona con síndrome de Down o cualquier otro trastorno, pensar: “Yo podría haber sido él/ella”

Andrea Galván Fernández.