de La Punta y el gran equipo que me acompaña en el área de ajedrez . Vivir sola , tener sueños y metas conlleva muchas responsabilidades que por ahí te hacen sentir una presión gigante que te hace replantear a veces si rendirse o no . Gracias al equipo que me acompañó , tanto del Programa como del Campus Abierto ULP , a mi familia y a mis amigos , pude llevar muy bien este mes que se convirtió en uno de los más bonitos de mi vida . A una semana para viajar a Irán , seguía entrenando varias horas al día , preparándome físicamente , yendo a terapia , mudándome temporalmente a otro departamento , gestionando un nuevo pasaporte express y visitando a un grupo de profesores del idioma persa en Buenos Aires , quienes se ofrecieron muy gentilmente para comentarme cómo es el país . Así pasaron mis últimos días hasta que tomé el vuelo . Hice escala en Ámsterdam donde , por esas cosas del destino , también hizo escala mi amiga y compañera de habitación durante el torneo , Deysi Cori Tello , que viajaba desde Lima , Perú . Cuando arribamos a Teherán nos dijeron que debíamos salir del avión con el hijab ( el velo , pañuelo cubriendo el cabello ). Fue un poco duro arribar solas . Aunque
estábamos juntas en la soledad , en el vuelo venían otras ajedrecistas , todas con su entrenador . Los últimos documentos para obtener la visa nos demoraron dos horas en la madrugada , por lo que arribamos el viernes 10 de febrero a las 7:00 al hotel . Intentamos dormir tanto como pudimos , ya que a la tarde era la ceremonia de inauguración , donde nos dieron unos regalos de bienvenida y donde también dejaron claro el reglamento que regiría en el torneo . Para la entrega de los obsequios nos hicieron subir al escenario junto a nuestra rival y ahí conocí a Zhao Xue , de China , con quien jugaría al día siguiente . La noche del viernes , previo a la primera ronda , fue larguísima . Con el cansancio del viaje fuimos a dormir muy temprano , pero por el jet lag , y los nervios , a las 3:00 ya estábamos despiertas preparando cada una con su computadora lo que jugaríamos al otro día . Volvimos a dormir a las 7:00 y así fue pasando la noche / mañana hasta que llegó la hora de ir a la sala de juego que estaba en otro piso del hotel . Pasamos los controles que la organización imponía para evitar trampas con aparatos digitales y llegamos finalmente a la sala de juego más increíble que vi en mi vida , decorada con paisajes
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