El Duende nº21 | Page 27

No he intentado ser político en mis canciones, pero desde que me paro en ellas como un ser con conflictos personales versus el mundo, hacen que sean políticas. También he contado alguna declaración de esas de hombre grande, sin miedo a la crítica, ni a vernos a la cara con la luz encendida. ¿Cómo definirías tu estilo musical? Escribo canciones y las toco, no me gusta repetirme, y ya me he paseado por la electrónica y también por el lado más crudo de la acústica, y ahora hice un disco que suena a un grupo, aunque no tenga uno tras de mí, pero no estoy comprometido con ningún estilo. De lo que estoy seguro es que, después de tantos años y varios discos, mis canciones suenan a mí, tienen mi personalidad y mi espíritu sin importar el sonido con el que estén vestidas. ¿Qué nos puedes contar de tus influencias musicales? Siempre he estado aprendiendo, toda la vida. Desde niño me gustaron los cantantes de interpretación pasional, y también de los que traen consigo una estética inconfundible, y creo que de todos ellos fui tomando un poco y en el camino hice mi propio personaje. Nunca fui de seguir o escuchar a un solo artista, siempre me gustó apreciar un poco de todo, por lo que mis influencias pueden ser infinitas. A lo largo de tu carrera has co- laborado con un gran número de músicos españoles tales como Shuarma, Carlos Ann, Iván Ferreiro, Antonio Jamás, Santi Rex, Antonio Estación, Pedro Novias, Copi Corellano… ¿Para cuándo una gira por España? Es muy probable que sea este disco el que me tenga haciendo una gira por allá. Pues pararme en escenarios de España es algo que está pendiente porque sé que mis canciones llegaron primero, tengo amigos en España que han sido estupendos embajadores de mis discos, entonces es algo que si está considerado. Iré viendo cómo sale todo en los próximos meses. ¿Crees que el mundo digital va a terminar con el mundo de la música como la conocemos hoy? ¿Por dónde pasa el futuro del músico? La era digital tiene sus pro y contras, y hay que saber aprovechar sus ventajas. En estos tiempos nada encaja la figura del juglar, para estos tiempos hay que ser más inquieto, tener un poco de conocimiento más global, por las redes, las reglas nuevas del mercado y de cómo pararse frente a una industria que aún carga con un soplo de aliento antiguo. Hay que saber dónde, cómo y a quienes quieres llegar. Hoy está difícil dedicarse a esto, pero la recompensa sigue siendo satisfactoria. He disfrutado de vender mis propios discos en los conciertos, mucho más de que lo hacía en los años en que me pasaba a una disquería a ver mi trabajo en la vitrina. Así es como está siendo el futuro. El Duende 27