No he intentado ser político en
mis canciones, pero desde que me
paro en ellas como un ser con conflictos personales versus el mundo,
hacen que sean políticas. También
he contado alguna declaración de
esas de hombre grande, sin miedo
a la crítica, ni a vernos a la cara
con la luz encendida.
¿Cómo definirías tu estilo musical?
Escribo canciones y las toco, no
me gusta repetirme, y ya me he
paseado por la electrónica y también por el lado más crudo de la
acústica, y ahora hice un disco
que suena a un grupo, aunque no
tenga uno tras de mí, pero no estoy comprometido con ningún estilo. De lo que estoy seguro es que,
después de tantos años y varios
discos, mis canciones suenan a
mí, tienen mi personalidad y mi
espíritu sin importar el sonido
con el que estén vestidas.
¿Qué nos puedes contar de tus influencias musicales?
Siempre he estado aprendiendo,
toda la vida. Desde niño me gustaron los cantantes de interpretación pasional, y también de los
que traen consigo una estética inconfundible, y creo que de todos
ellos fui tomando un poco y en el
camino hice mi propio personaje.
Nunca fui de seguir o escuchar a
un solo artista, siempre me gustó
apreciar un poco de todo, por lo
que mis influencias pueden ser infinitas.
A lo largo de tu carrera has co-
laborado con un gran número
de músicos españoles tales como
Shuarma, Carlos Ann, Iván Ferreiro, Antonio Jamás, Santi Rex,
Antonio Estación, Pedro Novias,
Copi Corellano… ¿Para cuándo
una gira por España?
Es muy probable que sea este disco el que me tenga haciendo una
gira por allá. Pues pararme en
escenarios de España es algo que
está pendiente porque sé que mis
canciones llegaron primero, tengo
amigos en España que han sido
estupendos embajadores de mis
discos, entonces es algo que si está
considerado. Iré viendo cómo sale
todo en los próximos meses.
¿Crees que el mundo digital va a
terminar con el mundo de la música como la conocemos hoy? ¿Por
dónde pasa el futuro del músico?
La era digital tiene sus pro y contras, y hay que saber aprovechar
sus ventajas. En estos tiempos
nada encaja la figura del juglar,
para estos tiempos hay que ser
más inquieto, tener un poco de
conocimiento más global, por las
redes, las reglas nuevas del mercado y de cómo pararse frente a
una industria que aún carga con
un soplo de aliento antiguo. Hay
que saber dónde, cómo y a quienes
quieres llegar. Hoy está difícil dedicarse a esto, pero la recompensa sigue siendo satisfactoria. He
disfrutado de vender mis propios
discos en los conciertos, mucho
más de que lo hacía en los años en
que me pasaba a una disquería a
ver mi trabajo en la vitrina. Así es
como está siendo el futuro.
El Duende 27