Conclusión
Mi opción favorita, donde creo que este cabezal es un verdadero tesoro, es en ese
punto donde se consigue un sonido “vintage”, lleno de pegada, color valvulero y
calidez. Enchúfale un bajo clásico y date una vuelta por la historia. Pero si eres de los
que no miras atrás, conéctale un bajo moderno y ábrete camino entre los arrogantes
guitarristas de tu banda, que se vayan enterando de que tienes armas nuevas.
No es barato (975 euros en Todobajos), pero tampoco es caro para lo que ofrece. Y
pesa 2,9 kilos, un alivio sin parangón posible para los amantes del sonido “vintage”
que no están por la labor de los desmesurados equipos antiguos, exagerados en
peso y mantenimiento, razón más que evidente por la que no se venden apenas los
grandes y voluminosos cabezales a válvulas que algunas marcas siguen fabricando
más por cuestión de imagen que por otra cosa.
Seguramente no podamos decir que es una nueva generación de cabezales, pero sí
que es un perfeccionamiento de la generación que hoy impera con un ascenso del
listón en funcionalidad y calidad al que esperamos que sigan otros más.
Jerry Barrios
B&B MAGAZINE #34